Edmundo no se molestó en ver las expresiones de los demás y simplemente miró fijamente a Mateo mientras decía:
— ¡Si no fuera por este joven al que llamaste chusma, estaría muerto ahora! ¿Cómo te atreves a apuntarle con un arma? ¡Debes estar cansado de vivir!
—A partir de ahora, los Coles ya no tendrán nada que ver con los Benson. ¡Todas nuestras cooperaciones cesarán! —ordenó Edmundo con voz fría.
La expresión en el rostro de Mateo se congeló inmediatamente, y a continuación, un fuerte sentido de miedo brotó desde el fondo de su corazón.
Edmundo estaba sin duda expresando que los Coles estaban abandonando a los Benson y ya no los respaldarían a partir de ahora. ¡Los Benson ya no recibirían ayuda alguna de los Coles!
En los últimos años, los Benson se habían apoyado en sus conexiones con los Coles para desarrollar su negocio en crisis y convertirse ahora en una familia de segundo nivel en San Francisco.