—Completamente sin miedo —Lucas despreció—. Corten el rollo. Si tienes lo que se necesita, adelante. ¡No puedo molestarme en discutir contigo!
Lucas realmente no podía molestarse en perder su tiempo con una persona de mentalidad estrecha como Mateo, que no podía ver el panorama y darse cuenta de la situación en la que se encontraba.
Mateo siempre había tenido un gran sentido de superioridad y andaba con la nariz en alto porque sentía que, dado que provenía de una familia notable en San Francisco, definitivamente era mejor que los demás. Justo ahora, incluso dijo que podría hacer lo que quisiera con dinero.
De hecho, en la mayoría de los casos, ser rico te daría el lujo de hacer lo que quisieras. Pero en términos de riqueza y poder financiero, solo la Corporación Stardust ya valía mucho más que los Bensons. De hecho, se podría decir que la riqueza combinada de todas las personas presentes apenas era comparable a lo que Lucas tenía.
