La repentina aparición de Lucas sorprendió a ambos, que estaban en la escalera.
Gracia se dio la vuelta y reconoció de inmediato a Lucas. —¡Eres tú!
Había un rastro de sorpresa en su mirada.
Desde la vez que Lucas la había salvado de la villa en la que Logan la había encerrado, ella le había estado especialmente agradecida. Si Lucas no hubiera llegado a tiempo ese día, ella se habría convertido en el juguete de Logan.
Lucas sonrió y saludó a Gracia. —Hace algún tiempo que no nos vemos.
Había pasado un mes desde que Lucas vio por última vez a Gracia, y ella parecía casi igual que antes. Al igual que la vez anterior, estaba vestida de una manera sencilla con su largo y sedoso cabello atado en una coleta casual detrás de su cabeza. No llevaba maquillaje pero seguía siendo tan impresionantemente hermosa como siempre.