—¿Tratando de secuestrar mujeres? —Lucas se burló—. Gané a esta mujer en la mesa de póker. ¿Estás pensando en intervenir?
Cuando Lena vio que alguien había detenido a Lucas, inmediatamente comenzó a forcejear y gritó:
—¡No me ganó en la mesa de póker! ¡Está intentando llevármela a la fuerza!
Tony miró el hermoso rostro de Lena y enseguida pareció asombrado por su belleza. —No te preocupes, guapa. Soy el dueño de la Pequeña Ciudad Atlantis. ¡Nunca permitiré que alguien se lleve a alguien a la fuerza!
Luego entrecerró los ojos y miró a Lucas con una mirada amenazadora. —¿Oíste eso? No ganaste a esta hermosa mujer. Apúrate y suéltala.
Lucas frunció el ceño. Tomó a Lena de su hombro y la dejó en el suelo.