Logan estaba furioso. Como el prestigioso hijo de una familia adinerada, siempre había sido respetado por muchos desde que era niño. ¿Desde cuándo había sufrido un maltrato así?
Había horribles moretones en su cuello, y varios fragmentos de vidrio habían perforado sus palmas. Logan se levantó lentamente del suelo y miró a Lucas con odio en sus ojos. —¡No olvides que tu bastardo todavía está en mis manos!
Con una expresión sombría, Lucas preguntó:
—¿Me estás amenazando?
—¡Sí! Te estoy amenazando. ¡Quiero que renuncies a todo! Si quieres recoger el cadáver de tu bastardo, puedes seguir siendo arrogante frente a mí. ¡Jajajaja! A lo sumo, lucharemos hasta el final y pereceremos juntos. —Logan rió histéricamente.
Lucas, abrumado por la furia, resopló fríamente y se burló. —¿Luchar hasta el final? Yo no te provoqué. Tú elegiste meterte conmigo primero. Te estoy dando una oportunidad ahora. Mientras me entregues a mi hija, puedo perdonarte por lo que pasó hoy.