Mientras tanto, Charlotte planeaba ir a casa después de terminar de empacar al final de un arduo día de trabajo. Pero al recordar repentinamente la llamada telefónica que acababa de recibir de Lucas, se sintió inquieta.
Charlotte sacó su teléfono y planeó llamar a Lucas, pero la pantalla de su teléfono se encendió repentinamente en ese momento. Era una llamada de un número desconocido.
Deslizó casualmente su dedo en la pantalla del teléfono para responder la llamada. —¿Hola?
La voz de un extraño llegó desde el otro extremo. —Eres Charlotte Carter, ¿verdad? Escucha bien. Tu sobrina está ahora en nuestras manos. Si no quieres que le pase nada, será mejor que vengas al Bar de Cócteles a recogerla de inmediato. Si te atreves a contarle esto a alguien, ¡en lugar de eso recogerás su cadáver!
Charlotte se asustó y su corazón se hundió en un instante. Sintió frío por todo el cuerpo y casi dejó caer su teléfono.
