—Amelia, ¿todavía te duele? —Lucas tocó la cara hinchada de Amelia lo más delicadamente posible.
Amelia siseó suavemente y dijo con agravio —Un poco, pero debería dejar de doler pronto. ¡Papá, no te preocupes!
Viendo lo bien comportada y sensata que era su hija, Lucas se sintió cálido y conmovido interiormente.
A la vez, estaba molesto. Pensaba que había sido demasiado indulgente con la mujer que le había dado una bofetada a Amelia al dejar solo una de sus manos lisiadas.
El golpe que William sufrió tampoco fue leve. Había un moretón evidente en el medio de su pecho.
Después de verlo, Lucas llevó a William al hospital para un chequeo detallado.
Después de todo, William ya no era joven. Si hubiera sufrido algún daño interno por la patada, sería terrible.
Afortunadamente, los resultados del chequeo fueron buenos y solo había sufrido heridas superficiales y moretones, los cuales pronto se recuperarían.
…
Mientras tanto, en la sala de conferencias del manor de los Holmes…