—Lucas solo lanzó una mirada a Norman e ignoró sus súplicas —dijo indiferente—. Solo quédate al lado y no hagas comentarios. Yo me encargaré de esto.
El corazón de Norman se detuvo un instante. Sabía que Lucas no iba a dejar a su hijo salir fácilmente.
—Apresó los dientes y rogó —Sr. Gray, sé que es culpa de mi hijo lo que pasó hoy, pero él es mi único hijo. ¡Por favor, perdónale la vida!
La expresión de Lucas se oscureció, y al momento siguiente, le dio una bofetada sonora a Norman en la cara.
—Te acabo de decir que te callaras y te quedaras al lado. Si te atreves a entrometerte, ¡no me culpes por ser hostil!
¡Estaba realmente furioso!
Todo lo que Luther y su esposa habían hecho hoy, especialmente bofetear a Amelia, habían enfurecido completamente a Lucas.
Lucas había estado conteniendo su ira y no estallando, no porque quisiera perdonar a Luther y su esposa, sino porque había decidido enfrentarlos frente a Norman.