—Lucas miró a Lena con indiferencia sin siquiera pestañear y dijo directamente:
—No.
—¿Por qué? —Los ojos de Lena se abrieron sorprendidos. No esperaba que Lucas rechazara su súplica de ayuda.
—El hecho de que los Sawyer puedan convertirse en la familia más importante de California ya es resultado de mi bondad. No te excedas —dijo Lucas fríamente.
El rostro de Lena se volvió instantáneamente pálido, y su mano sosteniendo su copa de vino tinto temblaba, causando que varias gotas de vino se derramaran sobre el mantel blanco como la nieve.
—Entonces, ¿no puedes darles a los Sawyer otra oportunidad por mí? —Lena preguntó entre dientes apretados, sus ojos llenos de lágrimas mientras miraba a Lucas con lástima.
¿Por ella?
Al oír esto, Lucas quiso burlarse.
Lena no significaba nada para Lucas. Él no la tomaba en serio en absoluto.
De hecho, si no fuera por Cheyenne, Lucas no se habría molestado en hablar con Lena para nada.
—No —dijo Lucas firmemente.