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Vanessa frunció el ceño.
—Eso no sirve. Peter y yo volvimos hoy, y resultó que nos juntamos con ustedes. Son amigos de Peter. ¿Cómo podemos conformarnos con una habitación privada cualquiera? Además, acordamos que hoy Peter invitaba. ¿Cómo vamos a apretujarnos en esta habitación tan pequeña?
Reservar una gran sala VIP aquí costaba unos 10,000 dólares, que para una heredera rica como Vanessa era calderilla. De hecho, se sentiría molesta y descontenta si no pudiera reservar una.
Peter intervino:
—Sí, no nos falta dinero. ¡Tenemos que conseguir una sala más grande y mejor!
Le dijo a Silas:
—Hablando de eso, he pasado los últimos dos años fuera de la ciudad, así que no sé mucho sobre la vida nocturna aquí. Solo sé que Club Aurora es ahora el mejor lugar para eso en DC. ¿Cuál es la mejor habitación privada aquí? ¿Es la prestigiosa Sala del Rey que mencionaste?
Silas asintió y suspiró antes de decir: