Samuel tosió dos veces y dijo a Alyssa con torpeza—Alyssa, te garantizo que con tal de que me des diez años, ¡puedo conseguirte un coche que valga millones de dólares!
Los ojos de Alyssa se iluminaron y se acurrucó cariñosamente en los brazos de Samuel con una sonrisa—¡Genial! Cariño, ¡eres tan bueno conmigo!
¡Muacks! Ella besó ruidosamente la cara de Samuel.
Del mismo modo, Hayden no estaba dispuesto a ser menos y dijo a Bethany asegurándole—También te garantizo que podré permitirme este tipo de coche en unos años y hacerte vivir una vida llena de riquezas.
—Vale, Cariño. ¡Dependeré de ti en el futuro! —Bethany abrazó su brazo dulcemente con una mirada de felicidad en su rostro.
En ese momento, Leila dijo confundida—¿No es este simplemente un coche ordinario? ¿Por qué lo hacéis sonar tan impresionante?
Leila parecía indiferente mientras tocaba casualmente el Land Rover negro.