—Sr. Gray, lo siento mucho. Mi madre es muy terca, especialmente cuando se trata de sus diseños. Se niega a permitir que alguien haga incluso cambios menores. Por favor, perdónela si la ha ofendido de alguna manera —dijo Paul a Lucas disculpándose.
—No, en absoluto. La profesora Crawford es una persona talentosa que se toma su trabajo en serio y le apasiona. Es un honor para mí contar con su ayuda en el diseño y planificación de la Ciudad de Stardust. ¿Cómo podría culparla? —dijo Lucas con una sonrisa.
—Gracias por su comprensión —Paul suspiró y sacudió la cabeza—. Hablando de eso, realmente he subestimado la persistencia de mi madre. Pensé que podría convencerla de que se quedara en casa para recuperarse y visitara la obra cada pocos días. Pero, dado su temperamento, me temo que no me escuchará en absoluto.
Lucas estuvo de acuerdo.
Había pasado más de media hora desde el momento en que Flynn recibió la llamada de auxilio de Paul hasta que ambos llegaron al hospital.
