Al ver que la situación no era buena, Derek dijo apresuradamente:
—Eh, Eric, ¡no te dejes engañar por esta gente! ¡Juro que no envié a nadie a matar a tu hijo. ¡No conozco para nada al hombre que tienes agarrado! Dado que ellos lo trajeron aquí, obviamente está confabulado con ellos e intenta incriminarme para que me odies!
Eric no podía decir quién mentía, así que solo pudo apretar el cuello del joven que tenía en la mano y rugir:
—¡Habla! ¡Dime honestamente cómo murió mi hijo!
Con miedo de que Eric realmente lo estrangulara hasta morir, el joven explicó frenéticamente:
—¡Sr.… Sr. Pier me ordenó hacerlo! ¡Siempre he trabajado para los Piers, y justo después del mediodía de hoy, él me dijo que había un hombre con extremidades rotas en el centro comercial, y quería que de inmediato fingiera ser un miembro del equipo de rescate para poder matarlo en silencio!
