—Incluso si eres mi padre, no tienes derecho a hacer arreglos para mi vida —dijo furiosa—. Si piensas que soy desobediente, que así sea. Si en el futuro enfrento cualquier castigo, ¡asumiré todas las consecuencias! Pero pase lo que pase, ¡no me casaré con alguien así!
Con eso, Maddy colgó y apagó su teléfono móvil furiosamente.
Maddy se sintió agraviada y devastada mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
En un día, Maddy había llorado más que el número total de veces que lo había hecho en el año pasado.
Cuando Carlos le dijo a Maddy que se casara con Cody Williams en una alianza matrimonial, un chocante intento de asesinato surgió en el pecho de Jordan. Tomó una respiración profunda, estacionó el coche al lado de la carretera y esperó en silencio a que Maddy terminara la llamada telefónica.
Estaba hirviendo de furia. Si seguía conduciendo, temía que perdería el control de sus emociones y del coche.
