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—¡El hombre de mediana edad y corpulento era Eric Branson, el padre de Mark!
Al ver el cadáver frío de su hijo y escuchar lo que decía el mayordomo, sus ojos se llenaron de furia hirviente.
—¡Perra! ¿Dónde está esa perra de Becky Sanders? ¿Dónde está ahora? —gritó furioso Eric.
El mayordomo dijo apresuradamente:
—Ya he enviado a alguien a casa de los Sanders para encontrarla. No debería tardar en traer a esa mujer aquí.
—¡Esa perra debe morir! Si no hubiera causado problemas, mi hijo no habría muerto.
Eric apretó los dientes, con resentimiento escrito en su rostro. —Pero esa perra no puede ser la única que muera. Al final del día, el novio de Maddy Stone es quien provocó la muerte de Mark. Si no hubiera tenido la audacia de romperle las extremidades a Mark, ¿cómo podría haber muerto en la tienda de ropa porque no fue rescatado a tiempo?
—Maddy y su novio son los asesinos de mi hijo. ¡No dejaré a nadie involucrado en la muerte de Mark sin castigo!
