Chereads / Drakontos [Spanish Version] / Chapter 15 - PARTE 1 – HACIA UN DESTINO INCIERTO

Chapter 15 - PARTE 1 – HACIA UN DESTINO INCIERTO

Esta era la segunda vez que volaba de noche, pero la primera sin la amenaza constante de alguien tratando de matarme. Aun así, no podía evitar sentirme inquieto, como si esto fuera una especie de prueba personal que debía superar. Si no fuera por el maldito collar, seguramente ya habría huido hace mucho tiempo. Pero el recuerdo del dolor me mantenía bajo control.

—¡Lo estás haciendo muy bien Níxebus! —vociferó Frey sin levantar sus manos de mi cuello.

El teniente Frey había desarrollado una excelente manera para manejarme en el aire y sin nada doloroso, tan solo con caricias y ligeros golpes en mi gran cuello. No obstante, odiaba que me gritaran así, yo podía escuchar perfectamente susurros con mi buen oído. Pero a veces creo que las personas gritan simplemente porque no se oyen a sí mismos.

De repente, sacándome de mi ensimismamiento, recibí dos palmadas, señal inequívoca de que debía reducir la velocidad. Obedecí y continué volando en la misma dirección, guiado por sus caricias anteriores, pero un poco más lento. 

—Creo que vamos en la dirección correcta —dijo el teniente mientras sacaba su libreta y la examinaba junto a una brújula peculiar—. Los aviones cuentan con herramientas que ayudan a los pilotos a orientarse, pero contigo tengo que utilizar mi intelecto y creatividad para llevar a cabo esta misión —masculló para sí mismo.

Es cierto, el cielo no tiene caminos marcados ni señales de dirección, por lo que es crucial depender de herramientas tecnológicas como el GPS o la comunicación por radio desde una base de operaciones para orientarse. Sin embargo, en mi caso, no llevaba ningún dispositivo de ese tipo; solo una silla de montar ajustada y dos grandes alforjas. Por otro lado, pude observar que llevaba una especie de brújula.

Durante mi tiempo en el aeropuerto, descubrí que tenía la capacidad de observar todo lo que me rodeaba como si tuviera un tercer ojo. Era una habilidad útil que me permitía estar alerta, ya que podía ver desde ambos flancos. Sin embargo, tenía un inconveniente: cuando usaba este "tercer ojo", no podía ver más allá de lo que mis verdaderos ojos podrían. Por ese motivo denominé a esta habilidad como "rabillo espacial", ya que abarcaba un espacio concreto alrededor de mi gran cuerpo.

—Según mi brújula, estamos a un par de horas de la frontera del reino —dijo mientras me acariciaba, indicándome que aumentara la velocidad, pero no demasiado, ya que me dio un ligero golpe al terminar.

Si nos dirigimos hacia la frontera del reino, indica que no nos estamos aproximando a otro estado o país, ya que he tenido conversaciones con una "emperatriz" en lugar de una "reina". Por lo tanto, siguiendo esta línea de pensamiento, es probable que la base en la que me encontraba y hacia la que me dirijo sea parte del imperio.

En este momento, siento mucho miedo. Aunque había evitado enfrentar lo evidente, ahora me parece claro que me están conduciendo hacia el campo de batalla. Si fueran aliados, no establecerían una base cerca de la frontera de su propio país, dado que generalmente existen acuerdos de no agresión entre naciones amigas.

Sin embargo, la ubicación estratégica de una base cerca de la frontera tendría tres posibles significados: podría ser un punto rico en recursos, indicar tensiones políticas con el país vecino, o peor aún, que ya hubieran invadido y estuvieran en guerra. En ese caso, la base sería crucial para el abastecimiento de sus tropas. No obstante, también estaría vulnerable a bombardeos por su proximidad con el reino enemigo. Aunque, al ser este un mundo mágico, tal vez cuenten con hechizos protectores o formas alternativas de transporte que difieren de todo lo que conozco.

Frey me acarició, indicándome que me acercara a unas montañas cercanas. Entre sus picos se abría un sendero que serpenteaba internándose en la cordillera y se perdía de vista kilómetros adelante en un extenso bosque. Estaba convencido que ese era el camino hacia la base.

—¡Estamos cerca de la pequeña ciudad fronteriza de Misiones, la base militar perfecta del imperio! —anunció en voz alta mientras cerraba la brújula y la guardaba, consciente de que ya no la necesitaría más.

¿Una ciudad como base? ¿Está utilizando el imperio un asentamiento civil como fachada para ocultar una base militar? Eso implica que los invasores son en realidad del imperio hacia el reino. 

El teniente golpeó suavemente mi cuello y aceleré, notando que nos acercábamos cada vez más a nuestro destino. Si yo no fuera esta enorme y magnífica criatura, estoy seguro que estaría temblando y con la boca seca de miedo.

Mantuve la velocidad constante durante varios minutos, volando sobre vastos bosques cortados por un estrecho sendero de tierra que solo yo podía divisar desde esta gran altura.

De repente, algo apareció a la distancia y ya podía divisarlo. La enorme ciudad fronteriza se alzaba imponente, resguardada por un gran muro que la rodeaba, como si fuera una ciudad medieval, pero de dimensiones aún mayores y más imponentes. Varios minutos después de que yo me diera cuenta, Frey habló y lo que dijo me dejó helado. 

—Estamos cerca. Sin embargo, hay algo que no te dije porque no estaba del todo seguro de cómo lo tomarías —me palmeó dos veces para que redujera la velocidad y continuó—: Nuestra verdadera misión es atacar y asegurar esa ciudad para el imperio.

¡Me engañó desde el principio! Yo había asumido que la base era del imperio cuando él mencionó que era la base perfecta del imperio, pero en realidad se refería a que era un buen lugar para establecer una base del imperio. ¡Estamos invadiendo el reino en un ataque sorpresa! La idea de la cantidad de civiles que van a morir... solo de pensarlo se me revuelve el estómago.

—Son órdenes de Mibreg, a mí también me molesta, pero no hay nada que hacer, después de todo estamos en guerra. Además, ellos firmaron un pacto con los muertos vivientes y son los únicos aliados del reino demonio y, además, están fuera de la coalición. ¡Viva el imperio! 

Parecía que me estaba hablando, pero yo estaba cien por ciento seguro de que estaba tratando de convencerse de la matanza en la que estaba por participar. Con una mano en el corazón y ajustándose las gafas con la otra volvió a gritar: 

—¡Viva el imperio!

Luego procedió a palmearme para que aumentara la velocidad. Si iba a hacer algo, tenía que ser ahora. ¿Estaba en posición para detener la matanza? ¡Tenía que escapar! Sin embargo, una visión terrible se me presentó. Escondida entre unos árboles alejadas de la muralla, con un cigarrillo entre los dedos, se encontraba Mibreg. Como si hubiéramos cruzado miradas, me devolvió una sonrisa. Luego, se volteó y apuntó con su dedo, como si estuviera dando una orden, y varios soldados aparecieron.

No podía escapar. Todo había sido planeado desde hacía mucho tiempo. Por eso salimos de noche, por eso pasé meses trabajando en aquel aeropuerto/almacén, por eso estuve varios días encerrado, por eso aquella noche estaban tras el huevo en el que desperté.

Las lágrimas comenzaron a caer de mi rostro al ver a una niña paseando con su padre por la calle iluminada por un pequeño farol. Poco a poco, las demás casas y tiendas fueron apareciendo en mi visión, pero ninguna era una base militar. Todos eran civiles.

—¡Nuestra misión es distraerlos desde los cielos y asegurarnos de que abran las puertas para que nuestro ejército entre!

De repente, una idea se formó en mi mente. Todavía había esperanza. ¡Dependía de mí llevar a cabo la misión sin causar ninguna baja! Solo necesitaba ofrecer el mejor espectáculo de terror que jamás se haya visto. ¡Puedo hacerlo, sé que puedo hacerlo!

La niña señaló hacia arriba y su padre giró la cabeza para ver hacia donde ella apuntaba. El espectáculo había comenzado.