Llegamos todos juntos ala prepa, en la entrada se encontraban 4 amigas a las que el profesor Acebo nombró cómo las 4 fantásticas, porqué siempre estaban juntas y casi no hablaban. las saludamos y caminamos junto con ellas hasta llegar a la cancha que marcaba el centró de la prepa ahí se hacían todos los eventos de las escuela. Nos topamos con un montón de sillas bien organizadas, todas tenían la misma distancia la una de la otra, cubrían la mayor parte de la cancha de fútbol, algunas ya estaban ocupadas.
— Vengan, nos gritó Mariachi cerca de un grupo de sillas que al parecer aparto para nosotros, ahí junto a él se encontraba Yael y Betsua dos muy buenas amigas mías, a un lado de ellas se encontraban Katy, Tania y Mariana mis otras amigas.
— Vengan, gritó Yael sonriente.
— Ya vamos, contestamos todos en coro mientras nos miramos fijamente a los ojos, cómo invitándonos a una carrera.
— Juguemos unas carreritas para ver quién llega primero, gritó Júnior cómo niño chiquito, marcando el inicio de nuestra carrera, por alguna razón yo fui el primero en correr.
— Se van a quedar atrás, les dije riendo, todos corrieron atrás de mi, en pocos segundos llegamos todos agitados jadeando de correr, nuestros amigos se burlaban de nosotros por actuar de forma tan infantil.
No sentamos a platicar y bromear un poco, era habitual bromear o burlarnos de los alumnos de la escuela. minutos después repartieron agua de jamaica, justo lo que necesitamos para el calor que sentíamos, todo parecía normal pero alas 8:37, bien lo recuerdo porque mire la hora en mi celular, no puedo olvidar ése instante, todos reían a carcajadas, de pronto un tremendo terremoto estremeció la escuela, todos entramos en pánico, corríamos cómo locos, yo de inmediato corrí con mis amigos, los salones comenzaron a derrumbarse, aplastaban estudiantes, maestros no podía creer lo qué veía, compañeros de escuela aplastados, llenos de sangre, gritaban desesperados, quedé en shock no sabía que hacer, de pronto me jalaron de la manó, era Betsua con lágrimas en sus ojos.
Corrimos y nos escondimos dónde pudimos, en un sótano que no sabía que existía en la pequeña escuela, nos metimos Betsua y yo, corriendo atrás de nosotros venía el profesor acebo, con una cara de impactó, vi terror en sus ojos, atrás de el se escuchaba una voz conocida, era Maniaco que gritaba "por aquí, corran" entró Negro, Yael, Kako, Pelos, Júnior y Mariana me sentí un poco aliviado pues la mayoría de mis amigos estaban a salvó, todos no encontrábamos adentró, pero nadie decía nada, de pronto empezamos a toser, entró mucho polvo, sin darnos cuenta quedamos dormidos, cuándo reaccioné, Betsua me sujetaba el brazo y se despertó con el movimiento que hice, yo esperaba que fuese sólo un mal sueñe, me levanté.
— ¿A dónde vas?, me preguntó Betsua, con una voz débil y un poco cortada.
— No lo se, respondí. después se levantó maniaco y me siguió, enseguida Negro y por último Júnior, sin hablar nada, nos miramos a los ojos, forzamos la puerta hasta que se pudo abrir, lo qué vimos fue aterrador, todo destrozado, pareciese qué una guerra detonará ahí, en la escuela, cadáveres por todos lados, note algo raro en ellos se veían un poco descompuestos y los buitres se los comían, metí la manó a la bolsa del pantalón saqué mi celular era 20 de septiembre, decía en mi calendario "felicidades"era el día de mi cumple años, pero cómo era posible si todo avía ocurrido en la noche del 15 de septiembre.
— ¿Que paso?, pregunté.
— Nos quedamos dormidos por 5 días al parecer, dijo Pelos.
— ¡¡¡Es eso posible!!!, dijo Júnior.
— Teóricamente si, respondió Pelos, lo qué nos pasó fue qué por el susto y el polvo, nos quedamos en un estado de sueño prolongado, se podría decir que en coma.
— ¡¡Pero cómo es posible!!, reclamé.
— No lo se, no soy un doctor, sólo digo lo qué es más razonable, respondió Pelos.
— ¡¡Maldición!!, dijo Maniaco, entonces tenemos que despertar a los demás, entró corriendo al sótano, todos lo seguimos.
— ¡¡Todos Despierten!! gritaba Maniaco preocupado.
— Tranquilo Maniaco, le dijo Pelos — así sólo los asustarás más.
— Tiene razón Pelos, le dije a Maniaco — tenemos que despertarlos y calmarlos.
La mayoría término despertándose, todos asustados corrimos a atenderlos y calmarlos, Betsua se encontraba un poco más calmada consolando a Yael qué estaba llorando, y suspirando, Kako despertó, Mariana también Maniaco corrió con ella y la abrazó.
— ¿Estás bien?, preguntó Maniaco.
— Si, respondió con una voz un poco calmada y tranquila, los demás ¿dónde están? preguntó.
— No lo se, dijo Maniaco, ahorita saldremos a buscarlos término.
— Qué sucede, dijo Kako, a caso fue un sueño.
— Desgraciadamente no, le respondí un poco temeroso.
— ¡¡El profesor Acebo no despierta!!, gritó Negro, ahora que hacemos, exclamo preocupado.
Se levantó Maniaco.
— Tenemos que explorar el área en busca de sobrevivientes, no te preocupes por Acebo seguro despierta, dijo Maniaco.
— Si, confirmamos todos al mismo tiempo.
— Vamos, Maniaco, Negró nosotros salimos a buscar sobrevivientes y un poco de provisiones, ustedes Júnior, Pelos quédense, por si alguien viene al rescaté, nos vemos aquí, observé mi celular eran las 12:07 pm — en 3 horas les dije.
— Si, afirmaron.
Salimos Maniaco, Negro y yo, exploramos toda la escuela todo era aterrador, parecía una película de terror cadáveres y más cadáveres, pero eso no era lo peor, lo que mas me aterró fue qué una semana atrás yo convivía con todos ellos, maestros, compañeros de escuela se encontraban tirados y sin vida, empezaron a salir lágrimas de mis ojos, sin mi consentimiento.
— Tranquilo, me dijo Negro, palmeando mi espalda.
— Todo saldrá bien, continuó Maniaco — lo importante es qué nosotros seguimos vivos.
— Cierto, dije secando las lágrimas, continuamos, pero desgraciadamente no avía nadie vivo en todo la escuela, salimos a una tienda, qué estaba cerca de la escuela, todo estaba desierto, no se veía ningún ser vivo en cuadras, entramos a la tienda, sacamos algunas provisiones, qué no estaban echadas a perder, por qué al parecer se cortó la luz en gran parte de el poblado.
Salimos de la pequeña tienda y encontramos una camioneta abandonada, con la puerta abierta y las llaves puestas, era como si hubieran sacado ala fuerza a la persona que intentaba conducirla, nos subimos y manejamos hasta mi casa, que estaba cercas de la escuela, tomé algunos cambios de ropa y todas las provisiones que avía en la alacena.
— Maniaco encendió el radió de su celular, estaba una voz de avisó que se repetía, bien lo recuerdo decía " A todos los sobrevivientes al terremoto, se avisa que tienen que obedecer al ejército ellos los salvarán, los llevarán a un lugar dónde serán evacuados de la ciudad, el día 20 de septiembre a las 3:00 pm". De inmediato miré el reloj de la cocina, eran las 2:37 pm.
— Maldición dije, no llegáremos.
— Cállate, dijo Maniaco acercando su celular al oído se holló otro avisó qué decía " Al parecer en la ciudad de Tepic se encontraba una sepa del virus H3N8, según informes del Dr. Martines el virus mutó al mezclarse con todos los virus, que avía en el laboratorio dónde el trabajaba, el Dr. Martines, se oía en una grabación qué decía.
Alerta el virus H3N8 a mutado, Contagiando a 10 Doctores qué trabajaban aquí, su aspecto, -era la voz del Dr. Martines, se escuchaba aterrado-, es de personas muertas que caminan y se devoran a todo ser vivo que se les atraviese, su voz se debilitaba y se cortaba ala vez, se escucho un gritó horrible, qué me puso los Pelos de punta, un miedo estremecía mi cuerpo, al mismo tiempo qué me paralizaba. Negro pasó saliva atemorizado, la grabación término, los que comentaban dijeron que era de hace 3 días, qué el estado se encontraba en cuarentena, el 60% de la población ya fue evacuada, término y se fue la señal. todos nos quedamos atónitos, cómo era posible "Zombies" pero eso solo sucede en las películas, pensaba.
Así nos quedamos mirándonos unos a otros por 10 minutos.
— Tenemos que salir de aquí dije un poco más calmado.
— Si, afirmaron todos, empacamos todas las provisiones, mochilas y ropa que avía en la casa, salimos ala camioneta. ya eran las 2:50 pm apenas llegaríamos ala hora acordada ala escuela, cargamos la camioneta con todo lo indispensable, subimos nos fuimos ala escuela que estaba a uno 5 minutos, llegamos todos se veían alterados al parecer también escucharon el avisó en el radió, se veía el miedo en sus ojos.
— ¿Están bien?, preguntó Betsua un poco temblorosa.
— Si, respondimos todos, sacamos las provisiones y comimos, galletas, atún con un jugó de naranja, era la comida más sabrosa qué avía comido en mi vida, pues teníamos 5 días sin comer ni beber nada, terminamos de comer, se hicieron las 5:40 de la tardé, preparamos el lugar para dormir sacamos almohadas, sábanas e incluso unas colchonetas, acomodamos todo, se recostaron Betsua, Mariana, Yael y el profesor Acebo que ya avía despertado se recostó de nuevo.
— Vengan llamé a Maniaco, Negró, Júnior, Pelos y Kako, no sabemos a lo qué nos estamos enfrentando, es algo increíble, pero es la realidad, necesitamos algo para podernos defender, por si alguno de eso Monstruos carnívoros nos ataca.
— Tienes razón, dijo Maniaco yo se de un lugar cercano dónde tienen armas, vamos yo los llevó.
Armas, pensaba temeroso, algo qué nunca en mi vida me avía imaginado qué utilizaría para defenderme, si las avía utilizado pero sólo para la caza, pero no teníamos otra alternativa me convencía.
— Está bien, dije — ¿dónde es?, pregunté.
— Es a unos 15 minutos de aquí, cerca de mi casa, dijo.
— Muy bien, vamos tu y yo le dije a Maniaco, los demás se quedarán a cuidar y vigilar el lugar mientras volvemos, nos vemos aquí a las 7:30 pm terminé, eran las 6:15 muy bien, vamos Maniaco.
— Si pero yo manejó, dijo mientras corría ala camioneta.
— Está bien, le contesté — vamos.
Nos subimos, partimos ya empezaba a obscurecer apresurémonos le dije a Maniaco.
— Como usted ordené capitán, dijo con un tono bromista mientras llevaba su manó a su frente, cómo saluda los militares y marinos, yo sólo sonreí un poco.
— Ya llegamos, dijo Maniaco qué me despertó, al parecer me avía quedado dormido, sin darme cuenta de nuevo.
— Muy bien, le contesté adormilado, bajamos de la camioneta, estaba un poco obscuro, faltaba poco para qué oscureciera por completó.
— Vamos es por aquí, me dijo Maniaco.
— Muy bien vamos, respondí susurrando, no se porqué motivó, tal ves porqué entraríamos a robar a una tienda de armas, por fin entramos, estaba completamente obscuro, escuché un sonido, el lugar se iluminó por completó.
— Genial, dijo Maniaco aquí si hay luz.
— Si..., ya miré le respondí con sarcasmo.
— Mira, me dijo allí están, que bellezas le brillaban los ojos, cómo a un niño cuándo le compras un nuevo juguete.
— Bien, tomemos todo lo qué le quepa ala camioneta, no era artillería pesada, pero nos serviría de algo, cuándo íbamos saliendo se escuchaban dos voces, qué se acercaban a la puerta, se me hizo un nudo en la garganta del susto, pero cuándo entraron eran dos jóvenes de nuestra edad, que pedían ayuda.
— ¿Quiénes son?, preguntó maniaco amablemente.
— Me llamó Nicole contestó, la más joven, qué se veía de mi edad, unos 16 años, de 1.65 aproximadamente de estatura, delgada, unos hermosos ojos azules, pelo negro y piel blanca.
— ¿Y tu? le pregunté a la otra chica.
— yo me llamó Carolina respondió más tranquila, se veía de unos 18, pelo rubio, unos ojos color marrón, delgada muy hermosa, alta cómo de 1.70, piel blanca.
— ¿Y cuál es tu nombré?, me preguntó la más joven.
— Joab le respondí, un poco nervioso pues estaba demasiado bella.
— Yo me llamó Carlos, pero me dicen Maniaco respondió.
— ¿A dónde van?, preguntó la mayor.
— Ala prepa, respondió Maniaco — allí nos estamos refugiando.
— ¿No quieren venir?, les pregunté.
— Claro, respondieron sonrientes.