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Capitulo 1 : Mi Vida Empieza
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Hanyu se encontraba en su habitación, con una mezcla de emoción y nerviosismo que le hacía dar vueltas en la silla.
Miraba una carta cuidadosamente doblada que tenía en sus manos. Era la carta de aceptación a la academia de 'superdotados', el lugar donde finalmente podría aprender a controlar sus misteriosos poderes mutantes.
-¡Lo logré!- exclamó Hanyu con un suspiro de alivio, su voz temblorosa de emoción. -Estoy dentro de la academia de superdotados-.
Hanyu se levantó de un salto y comenzó a dar vueltas por la habitación, incapaz de contener su alegría. Finalmente tendría la oportunidad de comprender y dominar ese extraño poder que ella llamaba "Ki", como referencia a su anime favorito Dragón Ball.
Con un suspiro, Hanyu se detuvo y se miró en el espejo. Su pelo negro corto y su ropa simple no revelaban nada fuera de lo común, pero sabía que dentro de ella latía una fuente inagotable de energía. Era un reactor infinito, al menos hasta que llegara el día de su final.
Llegó el día, dos mujeres con uniforme militar llegaron a su casa para llevarla al instituto. Hanyu se despidió de su madre con una sonrisa nerviosa, un abrazo apretado y un beso en la mejilla. Su madre le entregó una pequeña caja de madera.
-Toma, es un recordatorio de casa. Ábrelo cuando estés sola y necesites un poco de ánimo -le dijo con cariño.
Hanyu asintió y se sumió al auto negro con sus maletas. El viaje transcurrió en silencio, con pensamientos revoloteando en su mente sobre lo que encontraría en la academia.
Finalmente, después de unas dos horas de viaje, llegaron a las puertas de las instalaciones. Los militares se identificaron y las puertas se abrieron. Hanyu observó con asombro el entorno que la rodeaba: un inmenso campo verde se extendía a su alrededor, y poco a poco se podía visualizar un gran edificio bien estructurado al final del campo, finalmente se estacionaron y los dos militares se bajaron.
-Bienvenida a la academia de superdotados- dijo uno de los militares mientras le abría la puerta del auto.
-Gracias, señorita- Hanyu asintió con gratitud, dejando la caja en el auto junto con las maletas, mientras el otro militar se llevaba el vehículo.
-¡Ey! Mis cosas siguen en el auto- dijo preocupada Hanyu.
-Las mandaremos a tu habitación después de una revisión matutina- explicó el militar.
Hanyu asintió, aunque no pudo evitar sentir cierta intriga y preocupación por sus pertenencias. La idea de alejarse de su caja de recuerdos maternos por mucho tiempo le inquietaba. Ingresaron al edificio y Hanyu pudo visualizar cómo jóvenes mayores que ella estaban entrenando en lo que parecía un gimnasio. Su mirada se llenó de curiosidad, y no pudo evitar preguntar:
-Es asombroso, ¿Qué están haciendo allí?- dijo entusiasmada mientras miraba a través de la transparente ventana a unos estudiantes controlando el fuego con destreza.
El militar le explicó amablemente:
-Es parte de la rutina matutina de entrenamiento de los estudiantes. La academia se toma muy en serio el desarrollo de las habilidades de los superdotados. Pero primero, te enviaré con la recepción para que recibas tu identificación personal e información de tus horarios, habitación, y demás-.
Hanyu asintió de nuevo y pronto llegaron a la recepción principal, donde una señorita de tez blanca estaba ocupada frente a una computadora. El militar se retiró tras asegurarse de que Hanyu estaba en buenas manos.
-¿Nueva aquí?- preguntó la señorita de manera amable mientras dejaba de teclear y levantaba la vista hacia Hanyu.
-Ah, sí... Me llamo Hanyu Llamas, con H al inicio- se presentó, un poco nerviosa ante la atención de la recepcionista.
La señorita asintió y sonrió. -Llamas, eh, apellido interesante- comentó mientras buscaba en su computadora.
Hanyu asintió y observó cómo la pantalla holográfica se volvía hacia su dirección. La recepcionista continuó: -Firma y pon tus huellas aquí-.
Hanyu siguió las instrucciones, poniendo su firma y todas las huellas de sus manos en el sensor. -Ya está- anunció cuando el proceso terminó, y el sonido de una fotografía resonó. En la pantalla, vio su fotografía junto con sus datos personales.
-Tu ficha de identificación está hecha, guárdala con cuidado- dijo la asistente mientras le entregaba su identificación. -Los datos de tu habitación y demás fueron enviados a tu correo institucional-.
Hanyu tomó la tarjeta de identificación y la miró con asombro. Se sentía oficialmente parte de la academia de superdotados. Asintió en confirmación mientras revisaba su celular y veía los datos de su habitación, pero a tres de irse decidió preguntar:
-Disculpe, me podría dar información de alguien que vino antes que yo, se llama Joel Carrion- preguntó, con un atisbo de preocupación en su voz.
La asistente asintió y comenzó a teclear en su computadora. -Claro. ¿Joel Carrion, dices? Vamos a ver... -. luego, frunció el ceño. -Vaya, parece que sus datos están clasificados. Debe ser alguien importante. ¿Es un amigo tuyo?-.
Hanyu asintió, la preocupación en su mirada reflejada en su voz. -¿En serio? ¿No tienes alguna manera de ubicarlo? Hace 10 años vino a este instituto. Es mi amigo. Estoy tratando de encontrarlo desde hace mucho tiempo. Su partida fue repentina y no he tenido noticias desde entonces- explicó, con un deje de nostalgia en sus palabras.
La asistente asintió comprensivamente. -¿10 años?, debió ser ascendido y promovido en uno de los equipos de alto rango en el lapso de ese tiempo, es sorprendente- comentó, admirada. -Lamento no poder ayudarte con eso. Los detalles de algunos de los altos rangos pueden estar clasificados por razones de privacidad o seguridad. Pero si se trata de alguien importante, es posible que tu maestro encargado, que se presentará mañana a las 600 horas en el patio 2 con el equipo de Zetas, pueda proporcionarte más información- informó la asistente.
Hanyu agradeció con una sonrisa. -¿En serio? Gracias- respondió, sintiendo un rayo de esperanza en su búsqueda. Sabía que su amigo Joel era alguien excepcional, y estaba decidida a averiguar lo que había sucedido con él en la academia de superdotados.
La asistente asintió amablemente. -No hay de qué. Si tienes alguna duda, no dudes en preguntarme-.
Hanyu se retiró del lugar, con un sentimiento de gratitud por la ayuda que había recibido. Se dirigió a su habitación, ansiosa por comenzar su nueva vida en la academia.
Al llegar a su habitación, encontró un espacio sencillo pero acogedor. Había una cama simple, un estante mediano para sus pertenencias, una mesita de noche y un baño con ducha. Sus maletas estaban cuidadosamente colocadas a un costado de la cama.
Hanyu suspiró, exhausta por el viaje y la emocionante jornada. Se lanzó hacia su cama, pero notó la dureza del colchón, lo que la hizo fruncir el ceño. Sin embargo, estaba demasiado cansada para preocuparse por eso en ese momento.
Mientras se estiraba en la cama, Hanyu permitió que sus pensamientos vagaran hacia su amigo Joel, a pesar del tiempo que había pasado, seguía amándolo profundamente. "Joel, ¿Dónde estarás?" Se preguntó, un sonrojo en sus mejillas mientras recordaba los momentos que habían compartido juntos hasta aquel incidente.
Hanyu se transportó a un recuerdo de hace 10 años. Era solo una niña entonces, escuchando la conversación de su madre con su vecina, quienes hablaban en susurros sobre la trágica noticia de que habían asesinado a la familia Carrión, quedando como único sobreviviente el hijo mayor.
"Lo último que supe de él fue que se enlistó en el ejército, pero fue enviado al instituto de prodigios por recomendación" murmuró Hanyu para sí misma, mientras se aferraba a la esperanza de reencontrarse con su querido amigo.
[Academia de Superdotados - Sala Directiva]
-El equipo de Zetas va a ser tu responsabilidad desde ahora, Carrion- dijo Izumi; la directora de la academia, mirando a Joel con seriedad mientras mostraba frente a él los hologramas de sus estudiantes.
Carrión no dijo nada, con una mirada seria, examinó detenidamente cada expediente de cada estudiante. Sin embargo, su atención se detuvo en uno en particular: el de Hanyu. Sus ojos se posaron en la imagen de la joven, y su expresión se tornó pensativa mientras observaba los detalles de su ficha.
La directora Izumi notó la reacción de Carrión y sonrió de manera enigmática. -¿Algún problema, Cariño?, ¿Qué te parece el equipo?- preguntó, manteniendo su voz tranquila, pero que ocultaba un brillo de interés.
Carrion finalmente habló, su voz grave y profunda. -Es un grupo interesante... Pero tengo mis dudas sobre algunos miembros. No obstante, no es nada que no pueda manejar- respondió, su mirada fija en la imagen de Hanyu. La presencia de la joven parecía haberlo intrigado.
La directora asintió con aprobación, su expresión desprendía una sensación de confianza en las habilidades de Carrion.
-Ya sabes tu misión- dijo Izumi mientras caminaba alrededor de Carrión, creando una atmósfera de intensidad con cada paso. Finalmente, se detuvo frente a él, alzando el mentón de Carrión para que sus miradas se cruzaran. -Envía tu reporte hasta el anochecer- añadió con una voz intrigante, dejando un rastro de misterio en el aire.
Carrión arqueó una ceja y, con un gesto imperturbable, apartó suavemente la mano de Izumi de su mentón. -No entiendo tu necesidad de seguir haciendo eso- dijo, con una voz que reflejaba cierto cansancio.
La directora Izumi sonrió, mostrando que disfrutaba provocando a Carrión. -Simple, tú tienes un olor especial- dijo con una sonrisa enigmática, viendo cómo Carrión se retiraba de su oficina.
A medida que Carrión se iba, Izumi envió los archivos del equipo Zeta al correo de Carrión con un toque de satisfacción por la pequeña provocación.
Al día siguiente, a las 6 de la mañana, Hanyu se encontraba en el patio 2, ansiosa por su primera reunión con el maestro. Observó a sus compañeros de equipo, preguntándose qué tipo de personas serían y cómo se llevarían a lo largo de su tiempo en la academia.
-Hey chica, ¿También eres del equipo de Zetas?- Una niña rubia de unos 10 años se acercó a ella con una sonrisa amigable.
Hanyu asintió, devolviéndole la sonrisa. -Sí, soy Hanyu Llamas, llámame por mi nombre, ¿Tú también eres parte del equipo? ¿No eres un poco joven para esto? -preguntó con curiosidad, notando la juventud de la niña.
La niña negó con la cabeza. -No, como sabes, cuando alguien despierta sus poderes mutantes a una edad temprana, tiene que aprender a controlarlo rápidamente para que no lo consideren un peligro-.
Hanyu asintió con comprensión. -Entiendo, debe ser complicado. ¿Tus padres están de acuerdo con que estés aquí? -preguntó, preocupada por la situación de la niña.
Un niño de la misma edad se unió a la conversación, acercándose a ellos. -Venimos de un orfanato, y cuando despertamos nuestros dones, nos trasladaron aquí.
Hanyu se sintió apenada por la situación de los niños. -Uh, lo lamento, no sabía- se disculpó sinceramente-.
-No te preocupes, mis padres deben estar muertos o de parranda- dijo indiferente, tratando de bromear con su situación. -Por cierto, me llamo Tito-.
Hanyu asintió, comprendiendo su intento de aligerar la conversación. -No digas eso, Tito. Es un placer conocerte-.
La niña llamada Dusty se presentó con una sonrisa. -Y yo me llamo Dusty. Bienvenido al equipo, Hanyu.-
Antes de que pudieran continuar con la conversación y conocerse mejor, fueron interrumpidos por la llegada del profesor, quien parecía estar lleno de energía.
-¡Buenos días, grupo!- saludó Carrión alegremente mientras se daba a conocer su presencia. -¡Desde ahora seré su maestro, soy el Mayor Intendente Carrión, pero me siento a gusto si me llaman Capitán!- anunció con entusiasmo, sus ojos recorrieron a los jóvenes del equipo, y hubo un brillo de determinación en su mirada mientras se preparaba para la primera lección del día.
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Fin del capítulo 1
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