Feral adsorbe la energía de Edén mientras que este resiste, esté último usa todas sus fuerzas para frenarlo, por lo que Feral dice:
—Me das lastima, tuviste un reino a tu disposición, pudiste ser adorado y querido, pasaste toda tu vida buscando la verdadera realidad, cuando eso mismo está frente a ti, creaste algo hermoso, construiste un mundo envidiable, pero los dejaste ir por seguir tus sueños.
Feral por su parte recuerda todo lo que vivió, sus días con los diez terrores, su entrenamiento con Konrrac, cuando conoció a Retza, sus compañeros aleados. Recuerda a los Titanes, a María y a Yami, sobretodo recuerda el universo cuántico que crearon juntos, y dice:
—Yo tuve una buena vida, yo aún entre tanto caos y dolor, fui feliz….
La última gota de energía de Edén fue adsorbida, y una gran luz se manifestó, toda la ficción se estremeció como si fuera a derrumbarse, pero en el centro de dicha luz Edén habla con Feral:
—Tal parece que pronto mi conciencia también será asimilada, todo mi conocimiento y poder serán tuyos, quizás no logré salir de la ficción pero tú serás capaz de hacerlo por tu propia cuenta, tu poder a hora supera cualquier cosa en al ficción, créeme yo la recorrí toda, no importa contra que o quien te enfrentes tu serás capaz de adaptarte, evolucionar y superar a tus oponentes, mientras más poder, dotes, habilidades o bendiciones tenga tu rival tu las tendrás también y las superarás, pues mientras que yo soy limitado por la imaginación de un ser humano, tu serás limitado por la imaginación colectiva de toda la humanidad.
Feral:
—Ya veo, a hora entiendo, ya veo porque siempre aunque no quería, pero terminaba solo, yo estoy destinado estar solo por la carga de la responsabilidad de mi poder, yo seré el guardián de la línea que separa la realidad de la Ficción, yo me encargare de que no surjan más seres como tú, que amenacen ese equilibrio, cuidare minuciosamente lo que los humanos imaginen para que sus sueños he imaginación no dañe los dos Mundos.
Edén:
—Entonces esto es un adiós.
La gran luz se disipa y de está surge un hombre de piel oscura, con el cabello corto estilo militar, usa un traje de tela metálica color blanco diamantino muy brillante, porta la insignia de un lobo en su pecho y una gran capa blanca en su espalda. Todos los regentes de la ficción salen de sus respectivos reinos para ver al nuevo ser, este levanta su mano y grandes relámpagos y truenos salen de esta haciendo estremecer toda la ficción, razón por la cuál todos se arrodillan ante él. Esté ser humanoide dice:
—Yo soy Feral de la tierra, dios de los milagros, y guardián de la realidad y la ficción…
Todos los regentes se levanta y luego cada uno se retiran a sus respectivos mundos. Feral ve sus manos logrando ver lo mucho que ha avanzado desde aquellas veces que solía pasear solo por la montaña solitaria mientras hablaba a la luna y dice:
—Mi Retza, tu estarías orgullosa de mi, a hora me aseguraré de que esto que nos pasó no le pase a alguien más, así que tú lector que has leído y visto mi historia, quiero que sepas lo que yo sé, quiero que sepas que quiero que tú sepas, que te estaré vigilando y que si amenazas con el equilibrio, el delicado equilibrio de la realidad y la ficción entonces yo iré por ti, como lobo tras su presa…
FIN…