"Sin contar de los votos de Lord Kakashi y Lord Jiriaya, tenemos los votos de los 9 grandes clanes Shinobi, 5 votos de los jefes de los departamentos militares , 5 votos de los ninjas Kage, 2 votos de los representantes de los clanes Shinobi medianos y pequeños, 2 votos de los representantes da la familias Shinobi, 1 votos de los representantes chunin, 1 voto de los representantes Genin, 1 del jinchuriki, 1 del Daimyo y el voto de Lady Hokage."
"Un Total de 28 votos"
Yuki contó los votos.
"Bien, puedes decirnos el voto de tu señorita y del daimyo." Exigió Hinata.
"El voto de la señorita Hinata y del Daimyo del fuego fue para el plan de 3 años."
Yuki coloco en la mesa un pequeño papel rojo con el número 2 escrito en él.
Los presentes se miraron un poco y no dijeron nada.
"Ni el Daimyo Ni mi persona, no nos gustan ser el amo del mundo ninja."
"Se lo voy a decir de nuevo, acepte este cargo por el pedido del Daimyo del fuego. Si fuera por mí, estaría en mi mansión, en mi distrito Hyuga, entrenando a mi hermana y los pequeños de mi familia, en mi tiempo libre salir con Naruto, hacer negación y ganar algo de dinero."
"Solo acepte este cargo por las buenas relaciones que tiene mi familia con la familia Real"
"No tengo la idea o el sueño de ser la señora absoluta del mundo, no me interesa para nada."
"Solo quiero un lugar tranquilo para vivir en paz y esa es mi pequeña meta que me propuse como Hakage. Un lugar seguro para mi, mi Naruto y mi clan Hyuga."
Hinata guiñó un ojo a Naruto.
"Y como Hokage y por la alta estima que el Clan Hyuga tiene con la familia real haré mi trabajo de proteger el país del fuego."
Hinata termino de hablar y miro a los presentes con sus ojos blancos.
"Por favor, adelante."
Yuki coloco cuatro papeles en la mesa y dijo: "Cuatro votos para el plan general."
Luego coloco 5 papeles en la mesa: "Cinco votos para el plan de 10 años"
Yuki coloco el resto en el mesa y dijo: " 19 votos para el plan de 3 años."
Hinata observó la votación y asiente con la cabeza.
"Bien, parece que mi aldea tienen personas decentes." Hinata dijo a la ligera
"Lady Hokage, ¿Para que sirvió la votación y si ya tenía una elección? ¿Nuestro votos no servía para nada?" Preguntó Shikaku con seriedad.
"Son útiles, quería ver qué camino tomarían ustedes los Shonobi si tuviera la oportunidad de decidir."
"Estoy aliviada de saber que mis subordinados y mi aldea tiene la misma visión que tengo Yo."
Hinata ke respondió a su comandante.
"¿Que pasaría si fuera lo contrario?" Preguntó de nuevo el Nara.
La sala quedó en silencio por un momento.
"Nada, no pasaría nada, Si tienen deseos dictatoriales o sueños de dominación mundial, tendría que matarme primero, matar a mi mi clan y mi Naruto, para cumplir sus sueños."
"Para su mala noticia, aparte de Naruto, nadie en la aldea es mi rival. Aunque no lo sepan o lo creas, tengo la capacidad de destruir esta aldea de un solo golpe."
"Es mi palabra contra la suya, pero con la votación de hoy, veo que a mucho les importa el bienestar de Konoha y del país del fuego."
Hinata sonreía con frialdad y sus ojos blancos miraban a los presentes como si miraba a cadáveres sin vida.
"Entiendo... Solo fue una prueba...." Nara Shikaku sudor frío cuando sintió esos ojos blancos mirándolo.
Los presentes incluido Naruto asiente con la cabeza.
Nadie cuestiona el poder de lady Hokage incluso si no lo ha mostrado en publico.
"Bueno.... Podemos comenzar a implementar las nuevas leyes y reformas."
Hinata mostró una sonrisa agradable y agitó la mano.
El delegado del Daimyo saco un documento y lo presento a los invitados.
"To~ En nombre del Daimyo del fuego y del país del fuego, apoyamos la decisión de la quinta generación de Hokage, Hyūga Hinata."
"En este documento, es el documento final de la implementación de las nuevas leyes del país."
"En resumen, se quitará unas 100 leyes, se cambiara o modificará unas 300 leyes y se aprobaron unas 200 leyes nueva."
"Entre ellas, y por los deseos de lady Hokage, se quitaron todos los privilegios a los Shinobi Konoha y se colocaron restricciones para los privilegios que aún están vigilantes."
El delegado no termino de hablar cuando uno de los ancianos lo interrumpió.
"Espera, Espera, no puede hacer eso, nuestro acuerdo es proteger el país del fuego a cambio de esos privilegios..." Habló el anciano.
"Esto..." El delegado miró a lady Hokage.
"Antiguo consejero, Yo misma decidir abolir esas leyes dañinas." Dijo Hinata sin mucha emoción en su rostro.
"He escuchado muchas anécdotas de los Shinobi, una familia que fue asesinada por mirar mal un Jōnin, una mujer que se le quitó a su hijo, un niño que fue abusado y acusado en la infancia, un hombre que perdió todo porque un par ninja destruyó todas sus propiedades en una disputas entre Ninjas y muchas cosas más..."
"Ellos, por supuesto, denunciaron esos delitos a los funcionarios, pero no podían hacer nada, porque son Ninjas y ofender a un Ninja lo llevaría a la muerte." Dijo Hinata con voz fría.
"La gente común temen a los Ninjas, no por su fuerza sino los privilegios que tienen estos mismo por hacer lo que quieras."
"No es descabellado de decir, que los Ninjas civiles son más propensos de hacer tales cosas que los ninjas de los clanes Shinobi. Después de todo, ellos vieron o vivieron esas cosas y lo quieren experimentar en carne propia"
Hinata miró al anciano y sonrió un poco.
"Quiero eliminar el status de ninja y convertirlo en verdaderos Ninja honorable, que los civiles miren a los ninja con ojos de admiración y que sean recordados como héroe y no como máquina de matar que solo les importa sus intereses personales."
"Quiero que las nuevas generaciones de Shinobi se adapten a las nuevas reglas, siguiendo las reglas y siendo cauteloso con las reglas malas. Incluso despreciandolas mientras estamos atadas a ellas."
"Despues de todo, las reglas son indispensables para que el sistema funcione adecuadamente."
"La libertad sin regulación lleva al caos."
"La regulaciones sin libertad lleva a la tiranía."
"El único instrumento que puede resolver esta antinomias son las reglas."
"¡¡Ancianos si no aceptas estas nuevas reglas estoy dispuesta a Luchar por ellas!!"
"¡¡Luchamos y el ganador decidirá quien tiene razón!!"
El aura asesina de Hinata lleno la sala de conferencias.
El anciano quería decir algo, pero su cuerpo se negaba a responder.
El antiguo asesor se sentó temblando de miedo.
Algunos levantaron una ceja, no estaban contentos que sus privilegios fuera abolida sin pedir su opinión.
"Apoyo las nuevas regulaciones, Konohagakure necesita cambiar." Habló Naruto sintiendo algunos emocionado negativa de algunas personas.
Un silencio incomodo lleno la sala, nadie refutó la orden.
Solo con Hinata es más que suficiente para acéptalo, pero con Naruto que levantó la voz hundió más a las personas que estaban insatisfecho de las nuevas leyes.
Los dos seres supremo de Konoha ya decidieron el destino de la aldea y del país.
"Gracias Naruto-kun, que te parece una cita esta noche." dijo Hinata con voz coqueta
"Jejeje, nada, no fue nada... Pero acepto la propuesta Hinata-ya..." Respondió Naruto un poco avergonzado.
"Tos~ El documento fue firmado y sellado por los tres ministros y el Daimyo del fuego. Solo falta la firma de Lady Hokage y un testigo." Habló el delegado colocando al frente de Hinata el documento.
"Bien, acepto y apruebo estas leyes." Hinata firmó y sello el documento.
"Mi comandante Shinobi.... Por favor..." Ordenó Hinata al Nara.
"Suspiro... Konohagakure entrará a una nueva Era...."
El Nara suspiro y firmo el documento sin mucha emoción.
"Todo listo.... A partir de mañana se anunciará las nuevas leyes..." El delegado recogió el documento y luego saco un pequeño papel.
"El nombre del señor fuego, entregamos el presupuesto de más de 50 mil millones de Ryus para el plan de tres años."
Lord Uraichi entrego el cheque del presupuesto militar.
"Lo acepto..." Hinata tomo el cheque despacio mientras que Yuki tomo una foto para la ocasión.
"Yuki acompaña a Lord Uraichi a la estación de tren."
"Lord Uraichi fue un honor tenerlo con nosotros, espero hablar con usted en otro momento..." Dijo Hinata con una sonrisa.
"Fufufiu, espero hacer negocios con usted y con el Clan Hyuga..." Habló el noble a la ligera.
Hinata acompaño al noble hacia la puerta y despidió al delegado del Daimyo.
Hinata tiene una sonrisa alegre mientras jugaba con el cheque con sus dedos y se sentó en su silla.
"Bueno, comenzamos con las restructuración militar y la repartición de estos 45 mil millones de Ryus." Habló Hinata un con feliz.
"...."
Todos miraron a Hinata sin palabras.
"Despues de todo estos 40 mil millones de Ryus nos tiene que durar para los siguientes tres años sin contar el dinero de los impuestos y ganacias que recogemos en Konoha."
"Para el uso debido y transparencias de estos 35 mil millones de Ryus, espero que todos los departamentos militares no tenga la audacia de robar el dinero de los impuestos de nuestro país."
"Si lo hace, yo misma los mataré por delitos de corrupción."
Advirtió Hinata con seriedad.
"…." Todos los presentes miraron a su Hokage en silencio.
"¿Corrupción? ¿Nosotros? ¿A donde se fueron esos 15 mil millones de Ryus?" Pensaron los presentes.
"Esto.... Lady Hokage, el presupuesto no era de 50 mil millones de Ryus..." Preguntó Ibiki.
"¿Eh? ¿Que dices? Solo veo 35 mil millones de Ryus. Padre no es así..." Hinara mostró el cheque a su padre.
Hiashi lo miró a la ligera y dijo: "Hija..."
Los presentes tragaron un poco y escucharon atentamente.
"Te equivocaste, Solo son 30 mil millones de Ryus...." Dijo Hiashi sin sonrojarse.
Todos vomitaron sangre, y miraron a padre e hija con un poco de odio en sus ojos.
"Eh, si, son 30 mil millones de Ryus..." Dijo Hinata sorprendida mirando nuevamente el cheque.
"Ustedes son los corruptos, primeros fueron las vías subterráneas y ahora robaron directamente casi la mitad del presupuesto militar." Pensaron los presentes apretando sus puños y protestaron en su corazón.
"Bien, capitán Anbu.." Llamo Hinata con una sonrisa alegre.
Ella como iba permitir que todos ese dinero fuera a los bolsillos de estos idiota, ella es una niña pobre, solo tiene un clan milenario con una herencia monetaria de un país pequeño, la totalidad de la economía de Konoha y una 1/3 de la economía del país.
Negocios exitosos, una famila que la ama y su novio de la infancia que la adora.
Ella solo es una niña pobre, no es mucho pedir un poco de dinero de bolsillo.
Si los presentes supiera lo que pensaba Hinata, se levantaría en protesta e incluso lucharía hasta la muerte contra la corrupción tan descarada que tiene su Hokage.
"Si..." Se levantó el capitán Anbu.