Naruto Uzumaki llegó a su casa gimiendo de dolor.
Se sentía avergonzado que una niña lo haya rescatado. Tan solo recordar el lindo rostro de la niña lo hizo sonrojo un poco.
"Hyuga Hinata...." Susurró Naruto entrando a su casa con los pocos peces que pudo salvar.
"Oye, el pequeño Naruto ha vuelto, ¿todavía pescas en invierno?" De regreso a casa, Naruto vio el abuelo Kage.
"Abuelo, ¿para qué estás aquí?" Naruto fingió estar sorprendido y ocultado sus heridas de la vista del viejo Kage.
Desde la reunión hace mes y medio, Sarutobi Hiruzen, el tercer Hokage, ha estado visitando Naruto de vez en cuando.
Hiruzen Sarutobi no señaló la mentira de Naruto, ya había recibido el informe de los Anbu que observan a Naruto en la oscuridad.
Sabía que la heredera del Clan Hyuga y el jinchuriki del Kyubi se encontraron hace poco. Aunque Hinata Hyuga salvo a Naruto, fue algo que no le gusto para nada.
Quería ser la luz a los ojos de Naruto, pero el accidente de Hoy lo tomo desprevenido.
No podía señalar con el dedo al clan Hyuga como si fuera el Clan Uchiha, hace dos semanas la heredera despertó de su coma y según los informes no podía entrenar y que sus redes de Chakra quedaron levemente lesionado. Por tal accidente el Hokage tuvo que soltar varios cientos de millones y algunas propiedades para calmar al clan Hyuga.
Si castiga al clan Hyuga por acercarse al jinchuriki del Kyubi las cosas se complicaría y tendrá nuevamente en su cuello al Clan Hyuga. Además su mejor amigo Danzo y el Clan Uchiha podían aprovechar de esta situación y las cosas serían aún peor.
Era mejor desvía su mirada y dejar de lado que Hinata y Naruto se conocieron hoy.
El viejo Kage tosió un poco y miró a Naruto con una leve sonrisa.
"Jeje, ya llegaron tus gastos de manutención de este mes y te los enviaré". El tercer Hokage, Sarutobi Hiruzen, sonrió amablemente.
"Todavía son Dos mil Ryus.". Dijo Naruto decepcionado cuando lo vio después de tomarlo.
"Pequeño Naruto, solo porque soy Hokage y porque toda la gente de la aldea es mi familia, no puedo ser más parcial. Los gastos de manutención de otros huérfanos son 2.000 Ryus. Aunque me gustas, pequeño Naruto, pero, y no puedes ser parcial por esto y darte más gastos de manutención, lo cual no es justo para otros huérfanos". Dijo el tercer Hokage, Sarutobi Hiruzen sin sonrojarse.
Si Minato y Kushina vieran los gastos de manutención de su hijo mataría a golpe al viejo Kage. Como cuarto Hokage y ninja de Nivel Kage con más de 100 misiones de rango S, su fortuna personal es de cientos de millones y algunas propiedades personales. Si supiera que su hijo recibe esa pequeña cantidad de dinero mataría sin piedad a este viejo barato.
Si hablamos de Kushina, ella como la cabeza del Clan Uzumaki en Konoha, su fortuna personal es mucho que la de su esposo, además como una sobreviviente de su Clan, los Jutsu del Clan Uzumaki debería ser Heredero a su único hijo. Si se entera que su hijo no puede refinar chakra no dudaría en enviar al viejo Kage al estómago de Shinigami.
"Oh." Naruto fingió una sonrisa alegre.
"Que tal si te invito a comer." Propuso el viejo Kage.
"¿Enserio?" Preguntó Naruto con ojos brillante.
"Jajaja... vamos...." Se rió el viejo Kage a la ligera.
El viejo y el niño salieron para comer.
.....
Dos días después, Hinata Hyuga con ayuda de su sirvienta Yuki se vistió un lindo Kimono floral rojo.
En los últimos dos día ha estado inactiva, solo comía hasta quedarse llena, jugaba con un hermana pequeña, se dormía temprano y se levantaba al medio día.
Pero hoy es un día especial para el Clan Hyuga. Y como heredera del clan debe estar presente, aunque normalmente ella podía no ir al evento.
Hoy se celebra, más bien es el último dia de libertad de todos los niños de 3 años del Clan. No importas si eres el segundo hijo de la rama principal o ser un niño de la segunda rama, todo tiene el mismo destino. El sello de Pájaro enjaulado de colocará hoy.
"Señorita está todo listo." Comentó Yuki con tristeza.
"Bien, puede tomarte el día."
"Si señorita."
Hinata salio de su habitación hasta la sala principal.
Hiashi Hyuga miró a su hija y suspiro. "Vamos"
"Si padre." Hinata no vio a su madre y hermana, así que no preguntó.
Padre e hija salieron de la mansión en silencio.
¡Festival del Clan Hyuga!
¡Este es el sacrificio que Hyuga realizará cada año, y también es el momento más animado!
Hombres y mujeres, viejos y jóvenes, se pusieron los uniformes de su clan y caminaron lentamente hacia el lugar del sacrificio en el terreno del clan.
Hay sonrisas forzada en los rostros de cada miembro del Clan Hyuga.
Las conversaciones iban y venían y se podían ver niños jugando por todas partes.
Al mismo tiempo.
En las afueras del Clan Hyuga, un equipo de cincuenta personas entró en ese momento.
Aunque todos llevaban máscaras, más de una docena de ellos era de la casa principal y los otros de la segunda rama.
¡Todos esos son los niños del clan Hyuga que se colocará el sello!
"Maestro Hiashi ¿quieres empezar?"
Un anciano de ojos blancos se inclinó levemente y miró de reojo a la niña del kimono rojo.
Solo su presencia es más que suficiente para asustar el anciano del Clan Hyuga. Y eso ojos, si le pregunto quién tiene los ojos más puros del Clan todos dirían que la heredera Hinata Hyuga. Incluso si no tiene activado los ojos blancos sabía que la niña lo estaba mirando con ojos frío.
El líder es Hyuga Hiashi, quien también es un talento poco común en el clan Hyuga, y esta operación está bajo su liderazgo.
"Bueno... ¡comencemos, instale el sello ¡Asegúrese que los niños no mueran durante el proceso!"
"¡Sí, Maestro Hiashi!"
El equipo se dividió instantáneamente en 25 grupos de dos personas.
"Shh~"
"¡Ahh~"
"Mama..... Tengo miedo...."
"Duele....ahh...."
Hinata miró con enojo y con los puños cerrados a esos pobres niños que gritaban de dolor.
Hiashi cerro los ojos y no dijo nada a su hija. Solo por sentir el enfado de su hija es más que suficiente el estado de ánimo de su hija.
Al igual que su hija odia está tradición de su clan, los últimos meses muchos ancianos del Clan querían que su hija menor también fuera sellada.
Fue gracias del accidente del secuestro y que su hija mayor se negara a entrenar durante un año que pudo salvar a su segunda hija del sello.