Me describirĂa como un chico serio y distraĂdo solo en algunas ocasiones otras veces notaba cosas que los demás no, no le deba importancia a la gente cerca de mi casa solo vivĂa a mi manera y me describirĂa como alguien un poco aburrido, recuerdo que habĂa un árbol cerca de la casa y siempre leĂa sentado bajo ese árbol, no era como otros chicos pensaba que lo que hacĂan era ridĂculo dirĂa que soy alguien muy maduro para mi edad o tal vez alguien muy estĂşpido que no disfrutaba de lo que tenĂa en ese instante no lo sĂ©.
El dĂa que la conocĂ
Era un dĂa comĂşn y normal como otros excepto por esa molestia que me daba esa chica era muy inquieta y elocuente, ella empezĂł a ir a ese árbol tambiĂ©n me hablaba de muchas cosas yo la escuchaba atentamente aunque lo que hablara eran tonterĂas sonaban interesantes era divertido eran tonterĂas divertidas, sinceramente Emma me hablaba de cosas inocentes para mĂ lo eran, no me gusta interrumpirla era muy pura o tal vez me faltaba algo de inocencia quien sabe, Emma y yo asistimos al mismo instituto educativo era increĂble, Emma era muy hermosa eso debo admitirlo y yo pues no lo sĂ©, solo recuerdo una vez una chica me confesĂł sus sentimientos hacia Emma, si pues era lesbiana esa chica querĂa que le ayudase con Emma pues que sorpresa fue eso para mĂ que me pidiera eso, pero no ayudaria a nadie que quisiera conquistar a emma y simplemente me fui din decir nada, nunca recuerdo haber sido popular, ella si era muy popular, pero nunca tuvo un novio no que yo sepa, muy poco nos topábamos en el instituto Ăbamos a clases diferentes, pero siempre, siempre nos reunĂamos todas las tardes bajo el árbol, no habĂa nadie conocido cerca, nadie quien molestara solo Ă©ramos ella y yo, yo tengo gusto por la lectura leĂa una historia peculiar algo triste, ella tambiĂ©n empezĂł a leer, siempre me pedĂa libros y siempre me pedĂa recomendaciones de libros era genial para mĂ que nos gustaran cosas similares, habĂa veces que solo hablábamos sin parar incluso se nos hacĂa tarde, Emma era increĂble me decĂa y me empezaba a preguntar que pensaba ella de mĂ, habĂa cosas que ella pensaba que yo no sabĂa y pues a pesar de que se veĂa que siempre estaba sumergido en la lectura siempre me daba cuenta de lo que sucedĂa a mi alrededor era algo extraño, pero sabĂa lo que pasaba entendĂa el ambiente lo leĂa, ella para mĂ era un libro abierto bueno solo en ciertas ocasiones, a veces me tomaba del pelo y jugaba conmigo.
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