Kouji: -mientras sonríe- salgamos de esta, juntos. *Miré a Aldreuno luego de despejar mi cabeza mientras él me observaba con admiración. Se sintió tan bien, aquel quien era tu ejemplo a seguir te miraba ahora con un brillo en los ojos.*
Kouji: Vamos. Nada es tan malo como pensamos, ya no hay nada que hacer para cambiar el pasado. Ideemos una estrategia, salgamos de aquí y en unos diez años estaremos contando a todos esta historia mientras comemos.
Aldreuno: jajajaa ¿diez? Eres demasiado positivo, yo estaba pensando en superarlo en unos cuarenta.
Kouji: jajaja… * "Hay un rayo de esperanza" pensé, aun si no hay alguien dentro de mi familia a quien pueda salvar ahora, no me rendiré. Me obligué a aceptar la realidad y pensar en lo que debía hacer ahora, mi familia estaba muerta, lo sé maldición, lo sé más que nadie; sin embargo, enojarme, nublaría mi juicio y gritar… no haría más pequeño mi problema. Darle vueltas al problema era una pérdida de tiempo, tenía que pensar en una solución. Entonces, recordé también lo que mi padre me decía siempre que estábamos en algún aprieto o cuando teníamos que hacer un trabajo *
…
Dionisio: Buscar información.
Kouji: ¿Solo eso?
Dionisio: Sí, antes de tomar una decisión debes estar informado o al menos lo mejor posible.
Kouji: ¿Y si no hay tiempo?
Dionisio: Debes pensarlo con anticipación.
Kouji: ¿Qué? No entiendo padre, al menos préstame atención…
Dionisio: Kouji, mientras te respondo tengo que vigilar que no se queme el arroz, no querrás que tu madre nos mande a por más granos al otro pueblo, ¿Verdad?
Kouji: Mmm… por favor padre, dime cómo puedo ser un jefe del pueblo.
Dionisio: -Mira fijamente- Escucha con atención Kouji, lo que hace al jefe lo que es… Es, que él puede tomar una decisión lo más rápido posible y, tomar la decisión correcta. Aun si él no tuvo tiempo en el preciso momento que se creó el problema, el jefe ya lo había visto venir ¿Cómo? Porque él tenía información. ¿Recuerdas la guerra contra el pueblo de Salas?
Kouji: Sí…
Dionisio: Bien, ¿recuerdas los mensajes que llevabas y traías del feje a nosotros? Aquello era importante para saber cómo iba la guerra. Sin embargo, la guerra había terminado antes de que iniciara y nosotros la habíamos ganado.
Kouji: ¿Queee?
Dionisio: Jajajajaja estaba esperando esa reacción. Escucha Kouji, la realidad de las guerras y lo que pasa en el mundo es mucho más complejo de lo que puedes ver. Te contaré, el Jefe, nuestro Jefe, tomó la decisión de declararle la guerra al pueblo de Salas, porque ellos tenían planeado atacarnos. Sin embargo, ellos ya estaban coordinando un ataque en conjunto con otros pueblos para invadirnos. Lo que no sabían, es que nuestro jefe ya había hecho un acuerdo diferente con los aliados de Salas, los cuales supuestamente nos invadirían. Les hizo una propuesta que no podrían rechazar, no necesariamente uno mejor que el que Salas les proponía. Así que, cuando el jefe tuvo la mejor oportunidad para declararles la guerra, lo hizo. Ganamos, porque simplemente los de Salas no tenían idea de que su plan no iba a funcionar, les faltó información o al menos una mejor.
La información no solo abarca las cosas que puedes leer, la información también es el comportamiento, gustos, forma de pensar, preferencias y todo lo que puedas usar en tu beneficio. El jefe supo que Salas había hecho un acuerdo con los demás pueblos, pero aun cuando estos acuerdos eran mejores propuestas que las que nuestro pueblo podría proponer, terminaron aceptando el nuestro ¿Por qué? Simple, el Jefe de Salas conocía lo que querían los demás pueblos, lo que era mejor para ellos, pero nuestro Jefe sabía sobre sus deseos, los más profundos. Así que, no hizo un acuerdo con el pueblo en sí, hizo un acuerdo con los Jefes de los demás pueblos, los cuales tenían sus propias metas, sus propios deseos, sus propias opiniones, los cuales en ocasiones iban en contra de lo que era mejor para su pueblo.
Kouji: Eso no suena bien… pero… nuestro Jefe no es así. Él siempre se preocupa por nosotros ¿Verdad?
Dionisio: Eso es verdad, pero lo que dices solo en un lado de la moneda ¿Quieres saber lo que hay del otro lado?
Kouji: Sí, por favor, dime padre.
Dionisio: Jaja está bien. Es verdad que el deseo del jefe es que todos vivamos bien, pero, por otro lado, el Jefe desea reconocimiento y estatus. Esto no es necesariamente malo Kouji. En ocasiones verás cómo las personas hacen las cosas correctas por las razones equivocadas o viceversa. En este caso, el Jefe sabe que lo que hace le permite obtener el mejor estatus y al mismo tiempo ser reconocido por todos como, el mejor. Por supuesto, tener un Jefe como él es muy bueno para el pueblo. Sin embargo, que un Jefe como él llegue al poder no es usual. Por regla general, el más fuerte es el jefe o el más engañoso.
Kouji: Papá ¿Tú no eres un mentiroso verdad?
Dionisio: Claro que no.
Kouji: Fuerte… ¿No me dijiste que eras más fuerte que el Jefe?
Dionisio: Por supuesto que lo soy jajajaja, pero antes que el pueblo, está mi familia. Probablemente, no lo entiendas ahora, pero si fuera Jefe no estaría preparando arroz junto contigo… arroz… ¡¡El arroz!! -Destapa la vasija- -Mira a Kouji con ojos sorprendidos-
Kouji: Uhhh se quemó… mamá nos dará la parte más quemada.
Dionisio: Jajaja bueno es lo que hay, no te preocupes, yo comeré el arroz quemado. Un hombre siempre debe hacerse cargo de sus problemas.
Kouji: Entonces yo también comeré arroz quemado, fui yo quien te distrajo.
Dionisio: -Sonríe a Kouji con orgullo- Por otro lado, aprendiste algo muy importante. Busca información, de tu entorno, de tu enemigo, conócelo, descubre lo que desea, cómo piensa, cómo se comporta y antes de declararle la guerra debes estar seguro de que ya la has ganado.
Kouji: -sonríe- Bien Aldre, primero debemos comprender la situación. Aún tengo algunas dudas como… ¿Cómo es que llegamos a ser solo 3? ¿En serio solo estamos los 3? ¿No hay más personas en el centro del pueblo?
Aldreuno: No estoy seguro, lo más probable es que no. No solo pasaron varias horas desde que nos separamos de ellos. Mmm… escucha, luego de que te estuviera llevando arrastrando mi madre llegó corriendo preocupada y me ayudó a levantarte. Estabas sangrando, no podíamos permitir que perdieras sangre, así que llegamos a esta cabaña de paja. Luego de que mi madre te atendiera, estuviste dormido durante horas.
Éstefer: Estaba preocupada, pero para ser sincera no sabía si correr. Empezabas a demorar, ir por ti fue la mejor decisión. Quién sabe qué me hubiera pasado si no iba corriendo a por ti.
Aldreuno: -La mira y le sonríe- Luego de un tiempo dentro de la cabaña escuchamos gritos, muchos gritos.
Kouji: Sí, los gritos eran causados por la primera impresión con la cosa.
Aldreuno: No, no eran ese tipo de gritos. Eran de una masacre.
Kouji: ¿Masacre? Entiendo… Es por eso que pensaron que solo quedábamos nosotros… "Necesito más Información"
Kouji: Espera… La cosa. Esa cosa no entró al pueblo en ningún momento, ¿verdad?, Aldre ¿La cosa entró al pueblo cuando me encontraste inconsciente?
Aldreuno: Yo… no, creo que no.
Kouji: Y los gritos de hace rato, si dices que los gritos eran diferentes, podemos suponer que la cosa no llegó hasta aquí, porque Las personas que aún no habían visto a la cosa deberían haber gritado de una forma distinta, pero no fue así… ¿Verdad?
Aldreuno: Sí, las personas que no estaban cerca de las puertas y estaban en el centro del pueblo aún no habían visto a esa cosa, pero aún no entiendo a dónde vas…
Kouji: Escucha, piensa ¿Por qué no lo haría? La puerta del Norte estaba abierta y, aun así, la cosa no entró. Mi… mi hermana fue llevada por mi padre hasta la cosa, pero fácilmente habría podido entrar y comerse a todos. Lo mismo pasó en la puerta principal, la cosa no pasó aun cuando podría haberse deslizado fácilmente. Además, nuestras armas no le afectaban… entonces, ¿Qué le impedía pasar?
Aldreuno: Eso es… cierto. Tampoco entiendo ¿Por qué no lo haría?
Kouji: ¿Por qué? Quizá no lo entendemos, porque estamos pensando como personas, y lo que sea que esa cosa es todo menos un ser humano.
Éstefer: Yo tengo una idea de lo que puede ser. Es posible que sea un enviado del dios Pacto.
Aldreuno: ¿Esas no son supersticiones?
Kouji: Ciertamente, lo es, después de todo lo que ha pasado, todo es posible.
Éstefer: No solo eso, aquellos que tomaron un contrato con el Dios Pacto deben seguir las condiciones que rige el dios.
Aldreuno: ¿Condiciones? ¿A qué te refieres madre?
Éstefer: Lo escuché de mis abuelos, mitos que pasaban de boca en boca. Esa cosa que vimos es lo que es, un ser demoniaco, no hay otra explicación. Además, los demonios se rigen por tratos y condiciones, relacionados con el dios Pacto. Esto me lo contó mi abuela. Los demonios acechan por todos lados, solo hace falta un corazón débil que le ofrezca su alma a cambio de algo. Lo lamento Kouji, ya que el demonio primero fue por tu padre y en la puerta del Norte primero atacó a tu familia… yo pensé que solo estaba reclamando lo que le pertenecía y por causa de ese conflicto, el daño repercutía en los demás. Sin embargo, este ser… este ser no parece haber hecho un trato con un humano.
Kouji: ¿Por qué lo dice?
Éstefer: Porque este demonio está reclamando las almas de todos. Cuando un humano hace un trato con un demonio, los demonios se ven obligados a cumplir el trato y luego de esto reclaman el alma del pecador, ya que es este el que hizo el trato. Sin embargo, este demonio está reclamando las almas de todos y sin haber un trato de por medio. Esto significa que un dios hizo un pacto con un demonio, el dios debe ser Pacto y debe haberle puesto una serie de condiciones y si estas se cumplen el demonio podrá reclamar las almas. Ahora mismo no sabemos cuáles fueron esas condiciones, pero una de ellas podría ser no poder entrar al pueblo, quizá no poder entrar a un lugar lleno de casas o… no lo sé.
Kouji: ¿Qué más sabes sobre ese dios?
Éstefer: Lo siento Kouji, no soy amante de lo místico. Yo solo escuchaba los cuentos de mi abuela, se suponía que fueran mitos.
Kouji: ¿Será que conozca a alguien que sepa más de esto?
Éstefer: Hay una adivina que solía venir al pueblo, cuando venía solía revelar el futuro a las personas. No estoy segura de si era real. Sin embargo, ella podría saber más sobre esa cosa.
Kouji: Tenemos que buscarla para saber más.
Éstefer: Eso no será posible Kouji,
Kouji: ¿Por qué?
Éstefer: Porque ella vive a las afueras del pueblo.
Aldreuno: Eso es malo… bueno, podemos arreglárnosla y salir del pueblo. Verla, podría significar muchas cosas… Es posible que… es una mera posibilidad, pero -mira a Kouji- acaso podría saber cómo revertir el efecto en nuestras familias.
Kouji: -Mira a Aldreuno- *Sabía que no debía, sabía que no tenía que pensar de esa forma, pero Aldreuno me estaba dando una esperanza. Sabía que no tenía que hacerme una idea, pues ya estaba mentalizado en estar en el ahora y dejar de pensar en si aún podía… pero lo deseaba, lo necesitaba. Aldreuno probablemente lo pensó por su padre y su hermana, él también deseaba un rayo de luz en este oscuro agujero*
Éstefer: No… por favor no se hagan eso, no se hagan a la idea de poder recuperarlos, porque si esa posibilidad no cumple sus expectativas, ustedes sucumbirán a la desesperación.
Kouji: Sucumbir… Aldreuno… ¿Tú también estuviste en una especie de limbo al igual que yo cuando me encontraste?
Aldreuno: -Mira hacia abajo- No fue un buen momento el que pasé allí. Recuerdo muy bien lo que me pasó y las cosas que me decía mi hermana. Eran cosas muy feas y no podía creer que las estaba diciendo, me afectaron tanto que solo deseaba que parara. No quería aceptar lo que decía, de hecho, aún tengo dudas… -Mira a su madre-
Kouji: Entiendo, me pasó lo mismo… quizá una de las condiciones para la cosa sea primero someter a sus víctimas antes de poder comérselas.
Aldreuno: Entiendo por qué lo dices, pero ¿Y los que salieron del pueblo a matarlo? Aparte, ¿Qué fue lo que pasó con tu papá y tu tío?
Kouji: Es cierto… de hecho pasó algo antes de eso. Cuando corría para escapar de la cosa me topé con una niña que no había visto antes en el pueblo, lo único en que pensé fue en tomar su mano y correr. La cosa estuvo en frente de mí y de la niña, yo me quedé en shock, pero la niña gritó y corrió. La cosa se fue hacia ella y se la comió… no fue como dentro del pueblo. De hecho, yo estaba delante de ella, aún no entiendo por qué se comió a ella.
Aldreuno: Maldición, esto de sacar conclusiones es muy complicado si no sabemos cómo funciona nada. También, cabe la posibilidad de que no entrara porque simplemente no quiere y desea jugar con su comida. Quizá solo quiere ver más desesperación.
Kouji: Eso también es posible, bien… Entonces hagamos esto. Primero, salgamos de aquí, segundo, vamos por esa adivina y tercero, deshagámonos de esa cosa.
Aldreuno: Es de noche aún, es mejor si nos escabullimos ahora antes de que amanezca. De día es posible que seamos un blanco muy fácil. Además, los gritos deben haber sido causados por las personas que están bajo la influencia de esa cosa.
Kouji: Entiendo, aquellos eran los que debieron llevarse a la fuerza o quizá hasta matar a los demás… pero, es lo mismo que con esa cosa. Ellos no intentaron matar, probablemente su objetivo es llevar a las personas hasta la cosa.
Aldreuno: Esa también puede ser una buena conjetura, antes de eso primero salgamos de aquí. Nos estamos quedando sin tiempo.
Éstefer: ¿Y qué pasará si nos encontramos con personas que quieran salir del pueblo? Será más difícil salir de él con más de ellos.
Kouji: Eso es cierto… Aun así, no podemos dejarlos allí.
Éstefer: Sí, pero si no podemos salir por nuestra cuenta, cómo podemos ayudar a alguien más.
Aldreuno: Eso es verdad Kouji, lo mejor ahora es salir y avisar al conde. Quizá él pueda hacer algo.
Kouji: Quizá al salir del pueblo debamos dividirnos. Pienso que es mejor saber más antes de hacer algo.
Aldreuno: Está bien, es una opción válida. Mientras tú vas con la adivina nosotros iremos a por ayuda. Hagamos nuestro mejor esfuerzo -sonríe-
Kouji: Salgamos de aquí.
Aldreuno: Bien, ahora escuchen, tengo un plan. *En la cabaña había carbón, así que nos la untamos en nuestras ropas y nuestra piel. Cada rincón estaba cubierto de algo negro, de esta forma, más la noche oscura, seríamos difíciles de encontrar*
*Salimos de la cabaña mientras aún era de noche. Llegar a la puerta sur, no era tan complicado, solo debíamos escabullirnos en silencio por unos treinta minutos. El pueblo no era gigante, aparte tenía varias calles que se conectaban entre sí. Por lo que, en último momento, podíamos separarnos y reagruparnos en un punto, pues había muchas salidas de escape. Sin embargo, me inquietaba no ver a nadie*