"Un solo pensamiento combina todas las intenciones" – Adrián siguió con el siguiente paso, esta era una nueva forma para fabricar píldoras.
Por lo cual nadie en el mundo lo había intentado.
Adrián ya tenia 500 hilos de sentido divino, cada uno de ellos se expandió por todo su cuerpo como si fueran ramificaciones, cada uno de ellos se unió a cada planta en el suelo.
Todo esto parecía muy sencillo, pero necesitaba una concentración inmensa.
El cuerpo de Adrián sudaba, a la vez que sus músculos se retraían.
Si fuera otra persona, no dudaría en acabar esta sesión de cultivo tan agotador.
Después de todo no había ninguna certeza que esto funcionaria. Pero Adrián confiaba mucho en una persona muerta.
Pronto las plantas empezaron a elevarse en el aire, Adrián solo estaba intentando hacer una píldora de bajo nivel, algo que siempre había hecho, pero ahora se le complicaba bastante.
Las fibras de su sentido divino se unieron a la olla, y poco a poco empezó a crear fuego, todo debía ser hecho con su sentido divino, por lo cual el fuego fue creado por su intención al unir muchas fibras.
En total unió cien de estos hilos de sentido divino creando una llama adecuada para las píldoras, este fuego era de un solo color y era un poco tenue, pero para píldoras de bajo nivel eran excelentes.
Su cuerpo estaba agotado, pero aun así estaba decidido a continuar.
Coloco cada una de las plantas en la olla mientras su fuego los preparaba, su sentido divino también estaba dentro de la olla en cada uno de los pedazos que empezaba a quemarse y unirse, el dolor que sentía Adrián empezó a aumentar, sentía calor por todo su cuerpo, como si se estuviera quemando.
Quería gritar, pero no podía, si lo hacia todo su esfuerzo seria en vano.
Por lo cual se mordió la lengua, queriendo mantener su conciencia alerta.
Cada una de las fibras de las plantas empezó a unirse, una por una, Adrián fusiono cada una de las plantas meticulosamente.
La técnica Un millón de combinaciones, empleaba una técnica especial para combinar todo este tipo de plantas, Adrián sabia que una vez que la píldora empezara a tomar forma, debía meter mas plantas para intentar fusionarlas, incluso podía hacerlo con píldoras, pero eso requeriría más concentración, así como un mayor numero de hilos de sentido divino.
Adrián lo sabia por lo cual, mientras unía cada una de estas plantas, el poder de su sentido divino el cual hacia de llama, retumbo enviando corrientes de energía por toda la olla, las cuales poco a poco empezaron a darle la forma de una píldora.
Adrián estaba mirando atentamente, esperando el minuto exacto para interrumpir.
A la vez que su cuerpo estaba a punto de colapsar. No era algo humano lo que estaba haciendo.
Incluso si su conciencia quería apagarse, Adrián se mordía la lengua fuertemente para mantenerse despierto lo más que podía.
"Ya falta poco"- Dijo Adrián mientras estaba creando algo nuevo, algo que nadie había hecho.
La última parte sería lo más difícil, pero estaba a un paso de logarlo.
Había pasado mucho tiempo desde que Adrián inicio, de hecho, ya habían pasado los tres días completos.
En todos los casos, la torre de la píldora lo debería haber expulsado.
Sin embargo, algo estaba sucediendo. La Torre de la píldora había sido un regalo del Soberano hace mucho tiempo, por lo cual había desarrollado conciencia propia. Poseía un poder inmenso, algo que solo los Maestros de las demás iglesias conocían.
Cada Iglesia tenía su misterio, así como un protector único. A la vez un regalo para que todos sus discípulos mejoraran rápidamente.
En caso de la segunda Iglesia era esta Torre de la píldora.
Quien había sido testigo de miles de genios a través de la historia, quienes habían dejado legados con el tiempo, legados que nunca podrían ser cosechados, porque por el momento no había nadie adecuado para practicarlos.
Esta conciencia se manifestó como un ser que observaba todo dentro de la Torre de la píldora.
Paso todo su tiempo observando genios, le encantaba mirar a Yuki la actual elegida de la segunda Iglesia. Incluso le había dado consejos. Hasta le había dejado ver manuscritos antiguos de antiguos predecesores, todo esto para que pudiera avanzar rápidamente, su capacidad para absorber el conocimiento era gigantesca, por lo cual no dudo en nutrirla con todo lo que podía.
Sin embargo, mientras Yuki permanecía en una habitación separada.
De pronto sintió algo que no había sentido en cientos de miles de años.
"¿Qué esta sensación?" – Dijo la conciencia de la Torre, podía sentir que en una de sus miles de salas, había algo que lo estaba atrayendo, siempre que esto sucedía, significaba que alguien estaba creando algo ¡Nuevo!
Pronto la conciencia empezó a buscar, por todas las habitaciones, por todos los lugares, antes de encontrarlo.
Primero lo miro, y no lo reconoció, no podía verlo, pensó que se estaba equivocando, pero al ver su ficha, sabia que era un discípulo de la quinta Iglesia, se preguntaba que era lo que hacía un discípulo de la quinta Iglesia en este lugar, a la vez que pensaba que esto era un completo error.
Pero, mientras mas se acercaba y mientras mas tiempo lo veía, la sensación siguió aumentando, hasta que ese sentimiento se unió con la Torre misma.
Nadie podía sentir este tipo de sentimiento, solo quizás la conciencia de esta Torre.
"¡¿Qué es lo que está creando?!" – La conciencia quería ver, quería saber, esto despertó su interés por completo, sin embargo, no podía hacerlo. Había bastantes restricciones si alguien no quería que lo viera fabricando píldoras no podía hacerlo, de igual forma si nadie quería que lo viera no podía hacerlo.
Esta conciencia nunca había hablado con Adrián, por lo cual nunca lo conoció, y por lo cual no podía ver quien era ni tampoco que estaba haciendo. Solo por su ficha podía conocer que era del aura de la quinta iglesia.
Adrián estaba rodeado de cientos de hilos divinos que alumbraban todo su ser casi como si fuera un ser celestial.
Cuando sus hilos de sentido divino expulsaron energía para su olla de píldora.
Toda la iglesia empezó a llenarse de un sentimiento dorado, a la vez que todo dentro suyo empezó a cambiar de color.
"¡Que esta pasando!" – Se dijo así mismo la conciencia de la torre, nunca en toda su vida, había visto algo parecido a esto. Esto era simplemente algo fuera de lo normal.