Adrián consiguió regresar al hogar de Bai Guoer.
Era de noche por lo cual todos estaban en sus habitaciones, Adrián también tenía una habitación en este lugar, pero no lo sentía como un hogar, pero si su hermana menor estaba bien aquí, eso era mas que suficiente.
No quería interrumpir a nadie, solo quería entrar a la tienda a ver las píldoras que había fabricado Bai Guoer.
Miro la vitrina y recogió una de las muchas que había.
"Hay muchas de grado bajo y pocas de grado medio, parece que ya se está acostumbrado, un año de diferencia es mucho tiempo"
Hablo Adrián, realmente había perdido mucho tiempo, aunque estaba en un cuello de botella, sabia que con el suficiente tiempo e investigación podría dar el siguiente paso en la creación de sus píldoras.
La también tenía que seguir creciendo, o si no pronto seria dejado atrás.
Después dejo la píldora en ese lugar.
Sin embargo, cuando regreso a la sala.
Misa estaba esperándolo, ella estaba sentada, mientras Ana estaba detrás suyo.
Adrián también podía sentir a San Simons, y a Carlos sus auras estaban presentes, para atacar en cualquier momento.
"Veo que has regresado, y solo te has lesionado tu brazo" – Menciono Misa, mientras tomaba un poco de té, el té que ella tenía era muy especial, ignoraba los efectos del hambre en esta ciudad.
Realmente era algo especial, no sabía de que hoja estaba hecha, o de que planta, solo sabía que no tenía acceso a esa información, Misa realmente parecía venir de una familia realmente poderosa.
Aun así, era meticulosa en lo que hacía. Por lo cual al aparecerse frente a Adrián ya tenía todo preparado.
"Un poco de Té, hermano mayor Adrián" – Dijo Misa, mientras servía un poco en una taza, Adrián no rechazo esta oferta, el hambre lo estaba invadiendo, por lo cual, aunque tenía puntos, no quería usarlo para comer. Además, la comida normal no podía satisfacerlo.
Después de tomarlo miro a Misa, el collar que tenía en su pecho, parecía que ahora tenía una piedra adicional, parecía que le brindaría más protección.
Adrián no tenía nada que hablar con ella, por lo cual pregunto rápido.
"¿Qué necesitas?" – Fue rápido y directo, no podía ver a Misa normalmente, ella planeaba cada cosa que hacía, incluso este Te.
Al verlo preguntar Misa sabía que no podía andarse por rodeos.
"En pocos días nuestro grupo partirá hacia las montañas del Norte, sospechamos que en esta ubicación está el escondite de un poderoso cultivador que murió en el pasado, haremos un viaje en barco será de 3 días y 3 noches, espero que el hermano mayor Adrián pueda acompañarnos" – Dijo Misa, realmente esta expedición se había planeado hace mucho, y se había realizado muchos preparativos, realmente su familia le había encargado esta misión, aunque era peligrosa, aun con todas sus preparaciones, sentía que con Adrián estarían más seguros.
Adrián miro la sonrisa de Misa, sabía que tenía pocas opciones, después de todo Bai Guoer no iría a esta misión, no sabía que tan poderosa era la familia de Misa, solo sabía que tenía que tener cuidado.
"¿Cuál es la recompensa?" – Pregunto Adrián, no quería estar en esta misión por nada, solo trataría de ayudar a su hermana menor, a la vez que trataría de sacar algún beneficio.
Misa sonrió al escuchar esto.
"25 puntos, a la vez que un tesoro personal mío, puede elegir entre estos, todos tienen 9 refuerzos" – Misa saco tres pequeños tesoros, uno era una espada reluciente, otro era una vara, y otro era un escudo.
Adrián realmente estaba interesado en los tesoros, aun no conocía su clasificación, pero sabía que eso se daba en dependencia de los materiales con los cuales estuviera hecho, a la vez que si había o no recibido un refinamiento.
La sexta iglesia era quien se especializaba en la creación de armas, por lo cual pudo ver, el tipo del escudo sobrevivió gracias a su arma.
Sin embargo, también existía la cuarta iglesia especializada en el Refinamiento de Armas.
La sexta iglesia y la cuarta Iglesia venían de la mano. El refinamiento era muy popular, pero la verdad era que tenía un alto costo, a la vez que era muy difícil hacerlo, si salía bien podrías conseguir algún cambio en tu arma, pero si salía mal entonces el arma explotaría y quedaría inservible.
Se decía que la cuarta Iglesia dominaba un gran número de llamas para hacer posible el refinamiento, de hecho, había un secreto entre cortinas, el cual decía que el Maestro de la cuarta iglesia había logrado el refinamiento 30 en un artículo exclusivo que protegía a la cuarta iglesia.
Un objeto que incluso podía asustar a los maestros de todas las iglesias.
Nadie sabía cuántos refinamientos en realidad existían, pero por el momento el numero 30 era un estándar de gloria. El cual solo el Maestro de la cuarta iglesia había alcanzado alguna vez.
Por el momento los ancianos solo han logrado 22 refinamientos, y los discípulos de elite de 18 refinamientos para abajo.
Adrián observo los tres tesoros, ya tenía su daga, aunque aún no entendía de que material estaba hecho, sabía que era un tesoro de su familia, también tenía la espada de madera, la cual aún no entendía como servía realmente, al tener dos armas, sintió que le faltaba un escudo.
Por lo cual termino escogiendo el escudo, era pequeño del porte de una mano, pero si lo quería podía imbuir su sentido divino haciendo que crezca de tamaño protegiéndolo en el acto.
Una vez guardado se marchó, Misa no lo detuvo, todavía era de noche, pero tenía que hacer algo importante.
Adrián miro en dirección de la segunda Iglesia. En ese lugar era donde se practicaba la alquimia.
Los discípulos de la Santa Iglesia de Motzu tenían bastantes especialidades, todos podían aprender de cada Iglesia, aunque si uno no pertenecía a esa Iglesia tenía que pagar con puntos para conseguir el conocimiento.
Ahora que tenía algunos puntos Adrián tenía que darle oportunidad, tenia que avanzar en su alquimia.