"¿Qué está pasando?"
"¿Qué es esta pelea?"
"¿Realmente era así de fuerte Tou Mu?"
Varias palabras salieron de la boca de los militares, los cuales miraban con gran sorpresa, mientras el General Demoniaco y Adrián se lanzaba decenas de golpes en unos pocos segundos.
La daga de Adrián trataba de cortar el cuello del demonio, mientras el Demonio usaba su poderoso cuerpo para mantener a raya a Adrián.
Adrián lanzo un puñetazo y el General Demoniaco contrataco, un estruendo resonó por todo este lugar, mientras ambos se retiraron varios pasos hacia atrás.
Su fuerza estuvo igualada.
Adrián no podía conseguir ninguna ventaja, ni tampoco el General Demoniaco.
Adrián sabía que podía ordenarlo a su ser demoniaco que asesinara a este General Demoniaco, pero no lo hizo, quería saber si en verdad era tan fuerte como creía.
Quería ponerse a prueba, hasta donde podía llegar.
El General Demoniaco se limpió la sangre negra de su boca, antes de volver a reírse, el era un experto en refinamiento físico, por lo cual su cuerpo era su mayor arma, no necesitaba nada más, pero, aun así, había sufrido varios golpes, los cuales lo habían sacudido hasta la medula.
Por lo cual, al ver tal desventaja, de pronto su risa se convirtió en una risa salvaje, mientras su cuerpo empezaba a transformarse, empezó a crecer de tamaño mientras un aura de putrefacción lo envolvía.
"¡Primera transformación, Demonio Lunar!" – Grito el general Demonio mientras su aura se alzaba por las nubes, estaba a medio paso de entrar al Establecimiento de la Fundación, pero no podía atravesar esa barrera por mucho que lo intentara.
Por lo cual al transformarse libero una fuerza sin precedentes.
"¡Morirás y serás parte de mi fuerza, te volverás parte de mí!" – El General Demoniaco señalo a Adrián, a la vez que sus músculos creían hasta el doble de su tamaño.
Una piel negra como el carbón envolvió todo su cuerpo.
Adrián levanto su daga y su espada de madera.
El sabia que ya era hora de ponerse serios, por lo cual movió su mano hacia el frente.
"¡Montaña aplastante!" – En el momento que dijo esa palabra una presión sin par se liberó en este mundo, fue como si una pequeña montaña hubiera aparecido en la cabeza de cada uno de los demonios que estaban en el rango de Adrián.
Incluso el general Demoniaco lo sintió, su cuerpo empezó a ser aplastado, pero eso no le impidió moverse.
Adrián sabia que era su oportunidad por lo cual se lanzo como una flecha con su daga y su espada de madera.
"¡Crees que esto me detendrá!" – Grito el General demoniaco, mientras el con su increíble fuerza, incluso ante esta presión, salió disparado, con su cuerpo como el carbón. Sus músculos brillaban como el fierro negro.
Adrián también utilizo toda su fuerza, su Dantian retumbo mientras la Técnica Miríada de Montañas se activaba a plena potencia, las aberturas de sus brazos y piernas se activaron completamente, volviendo su cuerpo tan fuerte como una pequeña montaña.
La fuerza de un General Demoniaco contra la fuerza de una montaña.
Ambos lanzaron un puñetazo, chocando en el aire. Este era el máximo estado y la máxima fuerza que podían sacar de sus cuerpos.
Ambos puñetazos chocaron, por un lado, el aura de podredumbre retumbo hacia atrás, mientras el aura de una montaña parecía que se partía.
Una explosión resonó, esta fue una fuerte explosión que lanzo vendavales de aire por todos lados afectando a los dos bandos, fue un golpe sin precedentes.
"¡Buagh!" – Adrián fue lanzado hacia atrás su brazo derecho se rompió, y el hueso salió hacia la superficie, voto un poco de sangre al piso.
Ese golpe fue el mas fuerte que pudo haber dado en toda su vida, pero el cuerpo del General Demoniaco también era demasiado fuerte.
Era un ser que ya estaba en la cima de la condensación del Qi.
A punto de entrar al establecimiento de la fundación.
Su primera transformación le otorgó una fuerza tremenda.
Adrián perdió casi un brazo en ese golpe.
Pero aun así….
"¡Tch….. Aghhh!" – Del otro lado de la explosión, un General Demoniaco estaba arrodillado, mientras quejas de dolor salían de su boca, a la vez que grandes cantidades de sangre color negro caían al suelo, derramándola por todo lado.
El General Demoniaco había perdido por completo su brazo a la vez que gran parte de su tórax.
Un corazón rojo se le podía notar latiendo, incluso se podía escuchar.
Adrián sabía que había sido su victoria. Las heridas del General Demoniaco eran tantas que apenas podía mantenerse de pie.
Al ver esto los demonios que aún quedaban de pie, empezaron a retirarse.
El General Humano quien no pudo creer lo que estaba viendo, reacciono nuevamente e hizo que tocaran nuevamente las trompetas.
"¡No dejen a ningún demonio vivo, mátenlos a todos!" – Grito el General Humano, mientras avanzaba con todas las fuerzas que tenía en su espalda, cientos de miles de militares humanos avanzaron cazando a todo demonio que apareciera.
Claro que el General Humano no iba a avanzar a un campo de batalla tan peligroso, de hecho, con se elegante caballo se acercó dónde estaba Adrián.
Aun en su estado nadie se quería acercar al General Demoniaco. Todos lo que le veían se espantaban y un miedo los invadía.
A la vez que su aura pudría todo el suelo.
Realmente era una vista desalentadora.
El General Humano paso a un lado de Adrián, realmente no sabia en lo que estaba pensando, solo dijo unas palabras.
"Desde ahora todas las naciones sabrán tu nombre Tou Mu, yo mismo le contare al Emperador tu hazaña, tu serás un héroe en nuestra patria, una ciudad llevara tu nombre, y serás adorado por muchos ciudadanos, siéntete orgulloso" – Dijo el General Humano con mucho orgullo.
Mientras miraba a uno de sus soldados con gran admiración.
"¡Jajajaja…..!"
Sin embargo, una risa resonó en el aire.
Adrián y el General Humano vieron que el General Demoniaco era quien se reía. Su risa era escalofriante, podía poner de cabeza a todo el que lo oyera.
Incluso el General Humano se vio un poco afectado.
"¡Maldito Demonio, aun en la muerte te ries! ¡Tu solo tienes que morir, para que nuestra raza humana prospere!" – Dijo el General Humano con un poco de enojo, realmente quería acabar con el General Demoniaco el mismo, pero sabia que si se acercaba seria asesinado en un instante. El único que podía hacerle frente era el soldado que tenia a su lado, por eso no se aparto de el en ninguno momento.
El General Demoniaco no dijo nada ante las provocaciones, simplemente continúo riéndose, hasta que apunto al General Humano.
"¡Tu, que piensas hacer! ¡Protégeme soldado Tou Mu!" – El General Humano sintió miedo, e inmediatamente se puso detrás de Adrián, usándolo como barrera.
Adrián no sabia que estaba pasando, aunque solo tenia que ir y matar al General Demoniaco esta misión terminaría, pero no lo hizo, por alguna razón. Cuando el General Demoniaco se rio, pudo ver por su mascara del Diablo Celestial que en verdad eran gritos de tristeza.