Misa entendía al Hermano Mayor de Bai Guoer, después de todo era su hermana menor.
Era la familia. Algo que ella no entendía lo suficiente.
Por lo cual decidió responder sinceramente.
"Solo…quiero una amiga" – dijo Misa, sus palabras no contenían ningún tipo de fuerza, solo la más absoluta sinceridad.
Cuando Adrián la escucho, no sintió ninguna influencia o alguna mentira, sus ojos podían ver cosas que otros no cuando activaba la mascara del Diablo Celestial, y ahora podía decir que Misa no estaba mintiendo.
Al instante retiro su aura se empezó a marchar, tenia que buscar una estatua.
Ana se acercó a Misa, pasando al lado de Adrián, sus miradas se encontraron, pero no podía sentir ningún sentimiento de odio de Ana hacia él.
No era demás decir que quizás Ana era una subordinada de Misa, al igual que Carlos, y San Simons.
Todos parecían estar viviendo como una familia, pero la verdad era que Misa era quien en verdad estaba detrás de todo.
Solo para que Bai Guoer se sintiera contenta.
Aunque no estaba en los planes que Adrián la descubriera tan pronto.
Después de todo, había muchos que conocían a su familia, por lo cual decidieron apartarse de ella para no tener problemas innecesarios, Misa suspiro, y asintió ante Ana.
Adrián entro a la casa, no sabía si llamar esto un hogar, no lo sentía de esa manera, pero aquí se encontraba su hermana menor, cuando se acercó a la puerta que dirigía a la tienda.
Se acordó de lo que le había contado.
"El primer discípulo de la sexta iglesia, me aparto de los demás, y intentó quitarme mis ropas, había un señor del establecimiento de la fundación que protegía al primer discípulo, pero antes de que pudiera hacerme algo. El Maestro Gu apareció y me salvo"
Bai Guoer le había contado hablar de tal experiencia era horrible para ella. Pero siempre recordaría la amabilidad que el Maestro Gu demostró.
Sin embargo, Adrián lo miro desde otra perspectiva, el Boticario Gu aplasto con un simple pensamiento a un señor del establecimiento de la fundación, pero no pudo matar al Primer discípulo de la sexta iglesia, solo salvo a Bai Guoer y desapareció.
Siempre le pareció curioso que el Boticario Gu conociera al Maestro Sonu, incluso parecía que tenían una amistad de hace muchos años, hoy podía confirmar que el Boticario Gu no era tan normal como parecía.
"El hecho de que saliera de la ciudad, significa que el también conoce el estado del maestro Sonu" – Había muchas interrogantes, y Adrián no conocía todas, por lo cual dejo de pensar en eso, abrió la puerta de la tienda.
"¡Tenemos muchas píldoras recién fabricadas!"
"¡Píldoras para nutrir el cuerpo, los huesos, los músculos!"
Adrián podía escuchar que hoy día también estaban un poco ruidosos, parecía que Bai Guoer le gustaba mucho que sus píldoras se vendieran, mientras que a Simón le gustaba estar recogiendo las ganancias.
Había un par de discípulos de bajo nivel que se acercaban para mirar.
"Mira a tan solo 20 puntos una píldora solidificadora de huesos"
"Aunque solo tiene un 50% de pureza es suficiente para mi"
Ambos discípulos estaban en el segundo y tercer nivel de la condensación del Qi.
Llegaron a un acuerdo y compraron la píldora.
Nadie trataría de robar en la ciudad Motzu después de todo tenia sus reglas, pero tampoco querían hacer problemas cuando miraron a Simón un ser del Noveno nivel de la condensación del Qi, se asustaron por lo cual pagaron rápidamente.
Sin embargo, antes de marcharse le dieron una mirada rápida a Adrián.
"Mira es el hermano mayor Adrián"
"Mejor vámonos rápido"
Parecía que su lucha contra el hermano Tunchi se había expandido hacia todos los lugares.
Como era el mundo del cultivo con las reglas de la jungla, definitivamente tenia miedo de alguien que podía hacerle cara a un señor del establecimiento de la fundación.
Para ellos ese nivel era extremadamente lejano y poderoso.
"¡Hasta luego, vuelvan pronto!" – Dijo Bai Guoer, mientras alzaba su mano y se despedía felizmente, cuando el discípulo regreso a ver la sonrisa de Bai Guoer se sonrojo y se marchó.
Bai Guoer regreso a ver a su hermano mayor.
"Hermano mayor, ya te decidiste, Misa si te dio consejos sobre las estatuas. ¿Estás seguro de ir solo?" – Hablo rápidamente Bai Guoer, mientras abrazaba a su hermano mayor.
Adrián acaricio su cabeza, realmente quería ver por si mismo que eran estas dichosas estatuas.
Él podía salvaguardar su vida de muchas formas y tenia sus secretos, secretos que Bai Guoer conocía, pero que nunca diría a nadie. Por lo cual le convenció de primero experimentar que eran realmente las estatuas.
Bai Guoer al principio se negó a dejar que lo intentara solo, pero al final se resignó, sabía que su hermano mayor era fuerte, y era aun mas fuerte para protegerse así mismo.
"No te preocupes, simplemente iré a conocer el terreno" – Dijo Adrián, aunque dentro de las estatuas se podía morir, era solo en raros casos, aunque Adrián estudio esos casos, simplemente eran donde el enemigo era sumamente superior en términos de cultivo.
"Huu, la próxima vez promete que iremos juntos" – Dijo Bai Guoer mientras inflaba sus pequeños cachetes, parecía un poco molesta, pero ya había aceptado que su hermano mayor fuera solo.
"¡Claro, la próxima vez iremos solo los dos!"- Dijo alegremente Adrián, Bai Guoer se había convertido en su familia, por lo cual no quería que estuviera molesto con él. Al escuchar sus palabras Bai Guoer sonrió.
"Mira hermano mayor, te prepare algunos bocadillos por si te quedas muchos días"- Bai Guoer empezó a sacar varios tipos de pasteles, asi como algunos dulces, y platos de comida, parecía que se estaba alistando para que todo le fuera bien a su hermano mayor.
"¿No son muchos platos?" – Aunque Adrián no tenia un anillo de almacenamiento, si tenia su sombra, solo tenia que mover su mano y los objetos desaparecían, para no levantar sospechas tenia un anillo falso en su dedo del medio.
Sin embargo, no sabia como reaccionar al ver tanta comida.
"Los compre yo misma, incluso intente hacer algunos, pero se quemaron" – Explico Bai Guoer, aunque se sentía un poco nerviosa, ya que quería saber si le gustaba la forma en que cocinaba a su hermano mayor.
A los lejos Simón miraba con recelo todos esos platos preparados a mano, pero simplemente se quedó ahí sin decir nada.
Adrián ya tenia todo preparado, por lo cual se despidió de su hermana menor, a la vez que le daba un vistazo a Simón, no dijo nada, no entendía porque Misa quería tanto a su hermana, que incluso le dio un guardia especial.
Simplemente no podía entenderlo, pero tampoco podía resolverlo, aun no era el momento, tenia que seguir observando, y confirmar que era lo que estaba realmente sucediendo, a la vez que no sabia nada de Misa, ni de qué familia era, además, su hermana menor confiaba mucha en Misa, por lo cual hacer un movimiento haría que el ambiente se ponga tenso.
"¡Cuídate hermano mayor!"
"Claro" – Dijo Adrián ante la despedida de su hermana menor, mientras salía de la tienda. Realmente el lugar mas seguro para Bai Guoer era estar dentro de su hogar.
Aun no había resuelto lo del primer discípulo de la Sexta Iglesia, pero sabía que la razón por la que no se había vuelto a acercar era por la presencia de Misa, mientras ella estuviera al lado de Bai Guoer, el primer discípulo de la sexta Iglesia no haría nada.
Adrián también tenia que volverse mas fuerte, entender la técnica de cultivo del Maestro Sonu, y luego ver una manera de poder salvarlo, no sabia cuanto tiempo le tomaría, pero estaba decidido a hacerlo.
"Tengo que volverme más fuerte" – Miro en dirección de las estatuas, y desapareció con un simple paso, salió disparado como una flecha directamente hacia las estatuas.