Todos contenían la respiración, mientras esperaban ver cuál era el siguiente paso de Adrián, el ambiente había cambiado por completo, incluso sentían la necesidad de sacar un arma para sentirse protegidos.
Al ver que las cosas se salían un poco de control, Misa suspiro y empezó a hablar.
"Fue más o menos hace 8 meses, nosotros recorríamos las costas de Bartolomeo, estábamos en busca de un artefacto único, el cual nos ayudaría en nuestro cultivo, todo siguió según lo planeado, logramos entrar a la tumba que el experto había dejado, pensamos que nadie nos había seguido, pero estábamos muy equivocados, otros también estaban detrás de este artefacto, fuimos emboscados, y salimos heridos en el proceso, pero mientras intentábamos escapar, Bai Guoer fue capturada por el primer discípulo de la Sexta Iglesia y el empezó a..."
"¡Espera!" – Antes de que Misa pudiera continuar, Bai Guoer se levantó de golpe y le cerro la boca.
Parecía que cuando se mencionó al primer discípulo de la sexta iglesia, era como si no pudiera soportar escuchar ese nombre, se despertó por instinto y rápidamente grito para que su hermano mayor no escuchara.
Misa cerro la boca, realmente no quería contarle esto a Adrián.
Bai Guoer puso una expresión de furia, por lo cual todos pusieron sonrisas un tanto incomodas, al menos la presión en el ambiente se calmó, y todo se fueron a sus habitaciones.
En la sala solo quedaron Bai Guoer y Adrián.
Adrián frunció los ceños, realmente quería escuchar lo que había sucedido. Pero no podía obligar a Bai Guoer a contarlo, por lo cual solo espero a que ella comenzara a contarlo.
Bai Guoer solo era una niña, aunque había crecido un poco mas de los que su edad, y parecía un Lirio vistiendo una doncella, aun su aspecto infantil había robado el corazón de muchos hombres.
Ella suspiro, nunca pensó que podría quedarse dormida, pero sintió un gran alivio al ver a su hermano mayor, cuando por fin lo vio, fue como si una carga hubiera desaparecido de su cuerpo.
Bai Guoer siempre había confiado en él, pero no quería meterlo en problemas, se podía decir que ella le debía mucho, desde que se conocieron, su hermano le había ayudado en todo.
Incluso en una situación de vida o muerte, antes de perder la conciencia pudo ver como su hermano mayor se enfrentó a dos demonios todo poderoso el solo, incluso logrando ganar. P
ero por esa razón había quedado en tan mal estado, intentado recuperarse.
Ahora su razón para no contarle lo que pasaba, era la misma por la cual se sentía culpable.
"¿Quién es?" – Pregunto Adrián, solo tuvo una conversación a media con Misa, pero podía averiguar algo, después de todo, todos habían tenido un comportamiento extraño el día de hoy.
"Oh, eso, no es nada Hermano mayor, no necesitas preocuparte, ¡Qué tal si mañana vamos a una misión! ¡Te enseñare todo a detalle!" – Bai Guoer trato de desviar el tema, queriendo que se detuviera y se olvidara del asunto.
Adrián nunca olvidaría la persona que Misa le había mencionado, el primer discípulo de la sexta iglesia, aunque no sabía su nombre, pensó que lo mejor sería preguntarle directamente a Bai Guoer.
"¿Quién es el primer discípulo de la sexta iglesia?" – Adrián volvió a preguntar sin vacilar.
Quería ver si podía obtener alguna reacción. Y lo logro.
Cuando fue mencionado, la expresión de Bai Guoer cambio un poco, fue un solo instante, pero pudo ver como su rostro cambio a una mirada de…desesperanza.
"Ah, el, es solo…es solo…" – Parecía que mientras más lo recordaba, Bai Guoer no podía pensar con claridad, sujeto su otro brazo, y mordió sus labios.
Adrián no sabía que sucedía, pero podía sentir, gracias a su mascara del diablo celestial, el miedo persistente en su hermana menor.
Era un miedo el cual solo pudo ser grabado por un evento traumático, después de todo Bai Guoer solo tenía 11 años.
Pero que podía haber hecho para causarle tal temor, o tal miedo en una persona.
Cuando Adrián presencio esto, cerro sus puños, en los cuales su aura empezó a acumularse.
Realmente Adrián nunca fue impulsivo, y siempre trataba de profundizar en sus pensamientos antes de actuar, pero ahora por alguna razón, ahora solo pensaba en encontrar a ese tal primer discípulo de la Sexta Iglesia.
Cuando se levantó, su aura empezó a surgir por todo su cuerpo. Su daga y su espada estaba listos para salir en cualquier momento de su sombra.
Bai Guoer en ese momento se aferró hacia su hermano mayor instintivamente.
"No vayas" – Fue lo que dijo con una voz destrozada, solo escucharla, hizo que el temperamento de Adrián se disparara, pero igualmente se detuvo.
Si se podía ver a lo lejos, Ana y Misa estaban cerca de las escaleras, mirando desde lejos como se desarrollaba la situación. Al igual que Carlos y Simón, parecía que, si Bai Guoer dijera que detuvieran a su hermano mayor, lo harían definitivamente.
Adrián no entendía mucho sobre la vida misma, el solo quería llegar a ser lo suficientemente fuerte como para no depender de nadie más, y si se podía, poder resucitar a sus padres.
Pero, mientras su vida seguía avanzando, y se encontraba con múltiples personas, empezó a entender que no solo se trataba de sí mismo, a él le faltaba una familia, y las formaba en quienes conocía en el camino.
Capaz solo lo hacía para no sentirse solo, no lo sabía con seguridad.
Pero, no podía dejar que su hermana menor sufriera, después de todo, Adrián había prometido protegerla, aunque ni el entendía porque hacia tanto, cuando solo debía priorizar su vida.
"¿Por qué?" – Fue otra pregunta que salió al azar de la boca de Adrián, fue algo básico, pero implicaba muchas cosas, muchas preguntas que aún no tenían respuesta.
Bai Guoer abrazo a Adrián y desde su espalda, múltiples lagrimas comenzaron a caer desde su rostro hacia el suelo.
"El Maestro Sonu…está muerto"