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Chapter 20 - Capitulo 15: Reviviendo las memorias de un ser querido.

Mi nombre es Kyla Doranell, soy una ex caballero del ejército del imperio Cyclus y ahora una ex guardia de un ex heredero. Ahora que lo pienso, hay demasiadas "x" solo en esta frase.

Durante los siguientes dos días, hemos escalado sin parar el último tramo, el más alto de la cordillera. Tan empinado que incluso el guardián tuvo que cargar a Alaric y a Gary en su espalda hasta que llegamos a una caverna. Habíamos pasado por vientos despiadados e infernales desiertos… Y ahora estábamos en el último punto de descanso. Ya casi ha terminado todo esto. Alaric incluso empezó un diario, me pareció algo lindo en realidad considerando el tipo de persona que es.

Mientras teníamos nuestro descanso, me senté, apoyándome en una de las frías paredes de aquel lugar, pensando en lo que el guardián había dicho antes. Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Soren y Alex se acercaron a mi, tocando mi hombro, el primero dijo con preocupación en su mirada.

—Kyla, ¿Estás bien?

Dudé en responder su pregunta, ya que no sabía cómo me estaba sintiendo en ese momento, era un sentimiento que hacía hundir mi pecho, un deprimente sentimiento incómodo que me asediaba como las olas del mar golpeando con violencia un risco. Al final tan solo bajé la cabeza sin poder responder.

Ambos se sentaron a mi lado y trataron de hacerme compañía en mi pequeña crisis. Después de un breve silencio, Soren dijo algo que tocó el tema en el que estaba pensando:

—Entonces… Mortis no estaba enfermo como pensábamos.

Él había estado pensando en eso mismo desde entonces, pero lo había estado disimulando, incluso Alex que miraba a Soren con aprobación mientras él decía lo que todos estábamos pensando. Decidí romper mi silencio.

—Mi hermano fue asesinado por ese bastardo. Él sabía que eso iba a suceder.

El sentimiento dentro de mí poco a poco se estaba convirtiendo en una ardiente rabia, Alex negó con la cabeza. Soren respondió también:

—No estamos seguros de eso, si nosotros nos hemos enterado por el guardián 10 años después, dudo mucho que él haya sabido algo así.

—¡Piénsalo, Soren! Él tenía contactos con los oficiales, ¿¡Cómo diablos no iba a tener información!? ¡Ese desgraciado sabía que mi hermano iba a morir si le daba esa maldita pastilla!

Ninguno pronunció palabra después de decir aquello, era como si me tuvieran miedo. En ese momento me di cuenta de que estaba volviendo a ser mi antigua yo. Decidí pedirles que se fueran para aclarar mi mente.

—Lo siento, chicos… déjenme descansar un momento, por favor… Estoy muy cansada.

Ellos se fueron sin rechistar, dejándome sola como lo había solicitado. Aislándome en la húmeda oscuridad de la caverna, me acurruque sobre mi misma, mi cuerpo estaba temblando, mis puños estaban cerrados con fuerza, dejando marcas blancas en mis palmas. Las lágrimas calientes surcaban mis mejillas, empapando la fría piedra.

Todo estaba cobrando sentido ahora al tener está información, mi hermano no me había sido arrebatado por una enfermedad, si no por el calculador plan de una sabandija.

Me vi ahogada entre lágrimas hasta que mi consciencia se desvaneció.

—¡Kyla!, ¡Kyla!

Se escuchó una voz que le parecía familiar.

—¿Uhmm?

La chica trató de abrir los ojos con dificultad, viendo a su hermano, Mortis, frente a ella. Ese chico con el aspecto de un vándalo, pero con la personalidad de un carismático joven la despertó de su sueño. Era una mañana calmada y como se costumbre, Soren hacía el desayuno. Habían atrapado a tres conejos esta mañana.

Había pasado ya un año desde que se habían conocido en aquél pequeño pueblo y Soren, con ayuda del entrenamiento de Mortis, había mejorado mucho, se había esforzado incluso el doble que ambos hermanos, a tal punto que se le podría considerar que estaba por entrar al rango bronce en tan solo un poco más de un año, lo cual era impensable. Ya no era tan enclenque como cuando lo habían conocido, ya que incluso ayudaba a cazar la comida.

Durante su camino, Soren demostró ser una persona bastante astuta, de manera que planeaba estrategias para conseguir objetivos a pesar de su falta de poder físico. En ese sentido, tenía habilidades de liderazgo muy similares a las de Mortis, habría que aceptar que realmente tuvo buen ojo al reclutarlo.

—¡Despierta, bella durmiente! Soren ya hizo el desayuno.

La chica, molesta por qué la hayan levantado, refunfuñó:

—¿Por qué molestan tan temprano? Coman solos, déjenme dormir un poco más.

La joven se acostó nuevamente. Su hermano la volvió a menear para despertarla.

—¡No seas así! Vamos, Soren se esmeró mucho hoy, no seas grosera.

Después de algunos segundos, la joven tomó el brazo de su hermano y le hizo una llave. A pesar de que él ya estaba en la etapa plata, aún podía sentir la ira de su joven hermana en etapa bronce.

—¡Te dije que me dejes dormir! ¿Acaso estás sordo?

—¡Ay, ay! ¡Calma, calma, me rindo!

Ella resopló, disgustada por qué habían interrumpido su sueño, como era costumbre. Era algo que realmente detestaba. Ya despierta, decidió desayunar. Un joven Soren de aspecto más fornido, pero igual de tímido, saludó a la chica con algo de temor:

—B-Buenos días Kyla, hoy hay estofado de conejo para el desayuno, espero… Espero que te guste.

Él le ofreció un cuenco con estofado y una cuchara de madera y ella lo recibió. Decidió regresarle el saludo con una voz monótona:

—Buenos días, gracias por la comida.

La mirada del chico estaba sobre ella, pero era una mirada llena de miedo, como si le quisiera preguntar algo, pero con temor para hablar. Al notar esto, ella le hizo saber su descontento:

—Deja de mirarme como si fuera una bestia, ya te dije que si me quieres decir algo, dímelo.

Soren se sobresaltó al escuchar como ella le reprendió por su mirada, el de disculpó:

—¡L-Lo lamento! Sé que estás más enojada por las mañanas y no quería molestarte más de lo que ya estás.

Kyla se acomodó el cabello y comenzó a sorber el caldo de su sopa. Era un buen sabor, esto la hacía sentirse mucho menos irritada, ya que desde que Soren cocina, no debe probar la asquerosa comida de Mortis. Dió un suspiro y trató de hablar con él.

—Puedes hablarme normalmente… no soy un monstruo, siempre que cocines seré algo amable.

Kyla se sentía atraída hacia la cocina de Soren y aunque no lo sabía, empezó a encariñarse con él. Su personalidad actual había asustado al chico, negándole cualquier interacción más cercana con él. Sabía que era desagradable una chica así, pero aún así no cambiaría solo por un chico. Al final Soren se dignó a preguntar:

—¿Por qué tratas mal a Mortis? Parece que a veces se llevan bien y luego te veo tratando de arrancarle un brazo.

—A mi también me gustaría saberlo.

Mortis llegó a tomar su cuenco con comida y sentarse a un lado de Kyla, esto era similar a ver a un niño sentándose a un lado de un caimán hambriento, uno estaba dispuesto a matar y el otro estaba ahí de manera inocente sin temerle a la muerte.

—Tan solo es por que es molesto.

El caimán, molesto, decidió ignorar al niño. El desayuno fue relativamente tranquilo tras aquello.

Los tres recogieron las provisiones y las casas de acampar, partiendo nuevamente hacia su destino, la academia imperial de caballeros en la capital de Cyclus. Después de un año viajando, sorteando peligros e incluso a veces mendigando, se encontraban ya a pocas jornadas de la capital, lo que hacía que la emoción del grupo (Soren y Mortis) creciera. Kyla, a pesar de su temperamento, era una muchacha muy recatada, normalmente, aparte de la ira, no mostraba casi ninguna emoción, manteniendo un semblante serio casi siempre. Con la llegada de Soren, ella había aprendido a contenerse un poco, pero no había cambiado demasiado, era algo casi imperceptible, tan pequeño que su hermano solo podía percibir al haber vivido tantos años con ella. Tal vez estaba en esa edad donde le importaba más como la veían los chicos o, en este caso, Soren.

Los días pasaron con normalidad hasta que, caminando por un sendero rural en dirección a la capital, se encontraron con una pequeña caravana noble de carruajes que parecía también dirigirse hacia la capital. Los carruajes pasaron sin más, sin embargo, uno de ellos cometió el error de lanzar basura en dirección de Kyla, basura la cual caería en su cabeza, haciendo que ella se molestara.

—¡La basura en su lugar!

—¡Oye, pedazo de animal! ¿¡Qué diablos te sucede!?

Obviamente, después de decir aquello y de paso lanzarle basura en la cabeza, ella se pondría completamente furiosa y con razón, sin embargo, Mortis y Soren apenas lograron contenerla de cometer un asesinato al sostenerla de ambos brazos.

—¿¡Y a ustedes qué les sucede!? ¡Sueltenme! ¡Le voy a dar una lección a ese tarado!

—¡Kyla, tranquilízate, son nobles!

—¡Me importa un bledo! ¡De nobles solo tienen el nombre!

Ella se rindió tras forcejear un rato, después de todo, la caravana ya se había ido de su vista. Ellos la liberaron y tan solo soltó un resoplido, molesta.

—¿Por qué me detuvieron? Si nos nos damos a respetar nos van a pasar por encima toda la vida.

Mortis decidió darle una reprimenda a su hermana menor.

—Kyla, te he dicho miles de veces que la violencia debe ser el último recurso para resolver un conflicto. Cuando usas la fuerza, solo demuestras que tu mente ha llegado a su límite. Y tú y yo sabemos mejor que nadie que no eres una tonta.

—¡Deja de tratarme como una niña!

—Si quieres el trato de un adulto, compórtate como un adulto. Tan solo mirá a Soren. El se esfuerza y es alguien calmado que no se mete en problemas.

—¡No metas a Soren en esto!

Pero Soren fue el que se metió al conflicto.

—Mortis… No deberías comparar a Kyla. Yo soy yo y ella es ella, compararla solo la va a lastimar.

Al pensarlo por un segundo, él decidió tomar el consejo de Soren, disculpándose con Kyla en el proceso.

—Soren tiene razón, disculpame, Kyla.

Ella no hizo más que refunfuñar. En este punto, Mortis no sabía si la estaba malcriando o si era algo que venía con la edad. De cualquier forma, los tres volvieron a caminar en dirección de su próximo destino, un pequeño río para poder descansar de su largo viaje. Pasaron algunas horas de caminata, cuando notaron algo extraño: Unos carruajes que les parecían extrañamente familiares.

—Parece que no somos los únicos que tuvimos esta idea. Bueno… Me parece que había otro lugar más adelante para acampar ¿Qué les parece si…?

Mortis revisó un mapa viejo y dando a entender que no quería problemas con nadie debido a su hermana, decidió que lo mejor sería movernos de lugar para hacerles un favor a los nobles de aquí. Pero antes de que pudiera terminar su pregunta, una extraña voz sonó detrás de ellos, diciendo:

—Vaya, vaya. Si estos son los pordioseros de hoy más temprano en el camino. Me sorprende que siquiera puedan leer un mapa adecuadamente.

—Y eso si es que van en esta dirección, puede que incluso estén perdidos de verdad.

—Lo creería, se ven sucios, piensalo bien ¿De verdad siquiera sabrían leer?

Una segunda e incluso una tercera persona aparecieron. Soren tomó el brazo de Kyla por si acaso se soltaba el demonio en el interior de la chica, a lo que ella reaccionó con un salto de sorpresa al sentir el repentino tacto del contrario. Por otro lado, Mortis trató de sacarlos de ahí.

—Jóvenes maestros, si este lugar está siendo ocupado por ustedes, nos retiraremos sin ningún problema.

Uno de los jóvenes, el personaje noble genérico que no suele ser más que un lacayo de tercera, respondió en un tono burlón.

—Pues mira, parece que por lo menos saben hablar.

—Déjalo, por lo menos está tratando de no ser un mono como lo aparenta. Pero no veo por qué no pueden quedarse ¿No es normal que los animales vengan a los ríos donde también beben las personas? ¿Por qué quitarles ese derecho?

—Pero van a contaminar el agua… Tan solo mira como vienen vestidos, me dan hasta nauseas de verlos.

Kyla realmente se estaba conteniendo debido a Soren, el cual también se sentía ofendido, pero él sabía del potencial riesgo que conllevaba contestar, él bien sabía que Kyla tenía ganas de ir a patearles la boca en cuanto Soren la soltara, cosa que por el bien de los tres, Soren no permitiría. El era el único que se interponía entre los nobles y una posible orden de arresto para todo el grupo. Mortis, al ser el líder, era el que más debía mantener la compostura.

—Son muy amables al ofrecernos tal caridad, pero, desafortunadamente, tenemos que partir hacia la capital imperial antes de que se ponga el sol, así que nos retiraremos.

—¿La capital? ¿Para qué irían a la capital?¿Para mendigar por caridad?

—Seguro que van para ganar algunas monedas robando o estafando.

Ellos terminaron abriendo la boca nuevamente, soltando comentarios despectivos hacia aquellas tres desaliñadas personas frente a ellos. Soren podía notar como las venas en el rostro de Kyla se hacían cada vez más visibles, pero lo más sorprendente es que Mortis también estaba comenzando a presentarlas. Un tipo tan simpático manteniendo los estribos a tope no era algo que se veía normalmente. Finalmente Mortis decidió que debía acabar con la conversación aquí.

—Tan solo somos humildes viajeros en dirección a la capital imperial para realizar la prueba de admisión a la real academia imperial de caballeros. No tenemos intenciones nefastas como robar o estafar. Ahora, si nos disculpan, de verdad necesitamos partir ahora…

El sonido de carcajadas resonó por el lugar en cuanto Mortis acabó de hablar. Los tres jóvenes de la nobleza estaban que se partían de la risa.

—¿¡Oyeron eso!? ¡Qué broma!

—¡Ahora los monos pueden ser caballeros! ¡Nunca había escuchado tal cosa!

—¡Ni siquiera saben vestirse bien y quieren ser caballeros!

Con el escándalo, los otros jóvenes nobles se acercaron a escuchar de qué se trataba todo eso.

—¡Todos, escuchen esto! ¡Esos tres dicen que van a ser caballeros! ¡Una mujer, un mono y un debilucho!

La humillación que estaban recibiendo era algo que los tres en algún punto habían experimentado, pero no significaba que estuvieran acostumbrados, al contrario, sus ánimos parecían ir en picada. De repente, Kyla sintió que su brazo había sido soltado, pero de lo que se sorprendió no fue que Soren la hubiera soltado, si no que Soren mismo recorrió la distancia entre ellos y los nobles con la intención de cerrarle la boca de un puñetazo al bocón que se estaba burlando de ellos.

Sin embargo, en menos de un parpadeo y antes de que el puño de Soren hubiera alcanzado el rostro de aquel molesto jóven, dos personas se habían movido. Mortis atrapando el puño de Soren y un desconocido preparado para cubrir el rostro del noble.

—Deberías controlar a tus mocosos.

La figura masculina desconocida de cabellos largos dijo a Mortis en un tono de desdén.

—Y tú cerrarle la boca a los tuyos.

Mortis respondió sin miedo ante aquella persona. Parecía que por un momento Mortis había sacado ese temperamento y expresión que lo hacía parecer realmente el hermano de aquella muchacha, la cual en esta ocasión (De manera sorprendente) no fue la que había iniciado el conflicto. En ese momento, Soren sintió un escalofrío recorriendo su espalda. Nunca había visto este lado de su compañero antes, pero podía sentir que un Mortis enojado sería aún más peligroso que su pequeña hermana en su estado normal.

—Ellos no están diciendo nada malo. No puedo reprenderlos por decir la verdad.

—¿Eso crees? Bien, pues qué te parece esto: Hagamos una apuesta.

El contrario frunció el ceño.

—¿Qué clase de apuesta?

Mortis, confiado, respondió:

—Mis muchachos contra los tuyos. Si tan seguros están que no podrán pasar la prueba ¿Qué tal si en lugar de hablar los desafían? Si ganamos, nos dejan en paz y nos reconocen por lo que somos, si perdemos, nos olvidamos de la prueba y no los volveremos a ver.

Soren y Kyla estaban sorprendidos. Sabían que Mortis era alguien confiado e inteligente, pero nunca había sido impulsivo y mucho menos tomando una decisión que involucra a los tres.

Con una sonrisa desdeñosa, el contrario aceptó el desafio que le habían impuesto con tanta confianza.

—Acepto.

Fin del capítulo.

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