Su Ping comprendió el concepto. Asintió y cambió de tema. Luego pidió al Sabueso Oscuro del Dragón que buscara Emperadores Dios cercanos. Rápidamente encontraron a una bestia divina a la que habían golpeado antes, y ésta estaba tan asustada que huyó en cuanto los vio. Sin embargo, Su Ping se desplazó rápidamente y bloqueó su ruta de escape. Dijo con una sonrisa—Juega con mis amigos por un rato.
—¿De qué clan eres? No te pases. Si eres demasiado atrevido, me comeré a cualquiera de tu clan que encuentre —dijo la bestia divina enojada.
Había sido terriblemente golpeada por Su Ping la vez anterior, así que realmente no se sentía confiada al hacer tal afirmación.
—Morirás si te atreves a comer a alguno de ellos —dijo Su Ping sonriendo y luego pidió al Sabueso Oscuro del Dragón y a los demás que "saludaran" a su viejo amigo.
