—Para pasar la segunda prueba, debes tener suerte o ser fuerte —dijo Shen Huang con calma—. Así es como suele ser la vida. Qianhou y Su Ping tienen la suficiente fuerza de voluntad para pasar la segunda prueba. En cuanto al resto de vosotros, necesitáis contar con vuestra suerte.
—Sin embargo, como vuestro maestro, tengo que hacer algo por mis discípulos —señaló con un dedo, y unas cuantas piedras salieron disparadas del vacío y cayeron delante de Diaz y los demás—. Estas son las Piedras de la Suerte. Han pasado por cien Tribulaciones Celestiales sin ser destruidas; pueden aumentar vuestras probabilidades de encontrar reliquias.