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Su Ping no estaba preocupado de que la Dama Verde pudiera ser expuesta, ya que todos los métodos de detección estaban bloqueados dentro de la tienda. Nadie podía detectar su existencia; nadie, ni siquiera un Señor Celestial como Mo Tianhua, a menos que ella apareciera expresamente en público.
—Lo reclamé de un edificio de tesorería. Es uno de los premios que gané en la competencia. Es el huevo de una bestia del camino llamada Caos, que quedó de la era primordial cuando el universo acababa de establecerse. Voy a incubarlo aquí —dijo Su Ping, y luego añadió—. Cuida de la tienda mientras estoy fuera. Volveré pronto.
—¿Una bestia del camino?! —La Dama Verde se quedó atónita por un momento. Luego preguntó conmocionada—. ¿Es la legendaria bestia del camino que conoce miles de caminos en el universo desde el momento en que nace? ¿Realmente existen tales criaturas?
—Así es. —Su Ping asintió.
—¿No estás hablando de la bestia esencia divina? —Joanna también estaba desconcertada.
