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—Tendré que capturar reyes bestia en los sitios de cultivo. Pero no tengo tiempo. ¿Y si tan pronto como me vaya...?
—Su Ping estaba preocupado.
Temía que las bestias salvajes llegaran en el momento en que entrara en un sitio de cultivo. Nadie podía contactarlo cuando estaba en el sitio de cultivo.
Lo pensó durante un rato con el ceño fruncido.
Finalmente, Su Ping decidió que iría primero a un sitio de cultivo para encontrar mascotas de batalla.
La guerra llegaría tarde o temprano. Quedarse allí preocupándose sería inútil. Si las bestias salvajes llegaban, que así fuera. Pero eligió dejar al Pequeño Esqueleto, al Dragón Infernal y las otras mascotas de batalla allí.
Si la ciudad base era atacada mientras él estaba ausente, sus mascotas de batalla podrían mantener a las bestias salvajes ocupadas por un tiempo.
Después de todo, sus mascotas de batalla trabajando juntas no eran en absoluto más débiles que él.
—Su Ping se sintió mejor.
