—¡Maldita sea!
El mundo se contorsionaba ante los ojos de Su Ping; sentía un dolor punzante por todas partes. Bajó la cabeza y vio muchos insectos mordiendo su carne.
—¿Es esto una ilusión?
Su Ping sabía que nada de eso era real, pero era incapaz de encontrar una solución.
—¡Zumbido!
Justo entonces, un rayo de luz dorada brilló radiante, acompañado de un sonido budista. Algo en la mente de Su Ping se sacudió, y luego el dolor desapareció. Era como si solo hubiera soñado con ese dolor.
El mundo contorsionado volvió a ser el mundo real.
En el momento en que todo volvió a la normalidad, Su Ping vio que el joven se había teletransportado donde estaba el Sabueso Dragón Oscuro. Su garra se agrandaba y sus dedos se retorcían; una boca estaba emergiendo de su palma. ¡Planeaba devorar a su mascota!
—¡Lárgate! —Su Ping gritó. Canalizó toda su Energía Asura y Divina en ese único corte.