"–¿Estás seguro? —preguntó el narrador.
Su Ping se animó con la respuesta de Xie Jinshui. —Eso es genial. Vamos ahora. —Intentó mover sus piernas, pero casi se desplomó.
Su rostro se volvió aún más pálido; Su Ping parecía estar aún más ansioso de lo que había esperado. Xie Jinshui tomó a Su Ping suavemente del brazo. —Señor Su, ¿estás bien? Creo que necesitas descansar un poco. Debes haber trabajado demasiado, dadas las circunstancias.
—Estoy bien… —Su Ping jadeó.
Apenas se apagó su voz, se desvaneció. Vio muchas sombras de demonios y malvados en sus ojos y la fatiga lo asaltó.
—¡Señor Su! —Saltó Xie Jinshui y Qin Duhuang.
Su desmayo asustó a ambos. Se apresuraron a ayudarlo; ninguno de ellos sabía que Su Ping estaba tan desgastado que terminaría desmayándose. Esto les dio una idea de cuánto esfuerzo debe haber invertido Su Ping cuando estaba cazando al Rey Celestial de Otro Mundo.
Qin Duhuang levantó a Su Ping y dijo a Xie Jinshui: