Dai Lemao y Chen se voltearon, con los rostros nublados.
—Había escuchado que el viejo Ding estaba en un cultivo a puerta cerrada. Rara vez va a cualquier lugar. La gente dice que se está enfocando en el método de cultivo de fuego de trueno, intentando convertirse en un entrenador superior.
—¡Parece bastante correcto!
—Se convirtió en un entrenador maestro hace veinte años, ¿verdad? Es hora de que haga otro avance.
—Ustedes chicos, no lo llamen viejo Ding. Él lo escuchará —Shi Haochi bajó la voz.
Dai Lemao suspiró.
—Cierto. Si tiene éxito, tendríamos que usar términos más educados para dirigirnos a él.
—Ahí viene. Vamos a saludarlo —Chen ya se había levantado.
Las relaciones debían construirse temprano. De lo contrario, halagarlo sería mucho más difícil cuando el viejo Ding hiciera el avance.
Shi Haochi y Dai Lemao asintieron. Reunieron a sus estudiantes y se dirigieron al pasillo alfombrado en rojo.
—Maestro Ding…