"Joanna tomó el paraguas y el Escudo de Ares. Asintió al hombre de mediana edad en respuesta a su gesto de gratitud, asumiendo un aire tranquilo y reservado.
Joanna se volvió para preguntarle a Su Ping, —¿Quieres continuar?
Su Ping tomó un respiro profundo. —¡Sí! —asintió.
Joanna frunció los labios. —Ellos pueden seguir conteniendo su energía para enfrentar la Tribulación Celestial mañana. Puedes descansar hoy.
—No, gracias. Que lo hagan hoy para acabar de una vez —respondió Su Ping.
Estaba decidido. Joanna soltó un suspiro, pero no le dijo nada más. —Tu turno. Ve y prepárate. Toma esto —dijo Joanna al robusto hombre con cuernos de toro—. Le lanzó el Escudo de Ares de manera casual.