Joanna abrió los ojos —lo primero que saltó a su vista fue un bosque floreciente.
Al mismo tiempo, en lo más profundo de su mente, la conexión entre ella y su yo original se estrechó.
En un lugar remoto muy, muy lejano, alguien abrió de repente sus ojos cristalinos.
—¿Está aquí...? —murmuró.
Al mismo tiempo, en este vasto y próspero bosque, los ojos de la bella joven se encendieron de emoción. Al regresar a este entorno familiar, sintió que todas las células de su cuerpo habían sido activadas y que la energía dentro de ella estaba desbordando.
Era como si finalmente pudiera beber agua después de soportar la sed durante mucho tiempo —Se sentía mejor que nunca. Eso era el mundo al que pertenecía.
El aire en esa tienda de mala muerte era terrible, ¡horrible!