—Está bien, elegiré esta cosa de Semidios. Es un terreno antiguo donde una vez vivieron dioses y deidades. Las mascotas de todo tipo tienen la oportunidad de absorber la energía divina que quedó atrás y volverse fuertes.
—El problema era que el Entierro de Semidios había abandonado su hogar desde tiempos inmemoriales. Aún estaba por averiguar si todavía perduraba algún poder de los dioses.
—La mascota que necesitaba entrenar era un Cerdo Celestial, lo que significaba que un plano de cultivo con enemigos de tipo veneno era más adecuado. Aun así, el Entierro de Semidios no era una mala elección, ya que era más o menos una solución para todo para todo tipo de mascotas, excepto para las mascotas de tipo no muertos, a quienes no les iría tan bien contra la energía divina.
—No importaba, sin embargo. Su Ping esperaba llevar al Pequeño Esqueleto a un ambiente de entrenamiento duro, ya que eso definitivamente lo ayudaría a fortalecerse más rápido.