—Mierda.
El dragón dorado era demasiado rápido para que pudiera esquivarlo. Lo único que pudo hacer a tiempo fue levantar su escudo astral.
La figura dorada atravesó el escudo e impactó en su frente.
¡Bang!
Su Ping sintió que todo el mundo giraba a su alrededor durante un breve pero doloroso momento. Cuando pudo volver a pensar con claridad, sintió algo extrañamente caliente que se movía por su cabeza como si estuviera sangrando.
Se puso una mano en la frente y notó un pequeño bulto en su piel.
¿¡Qué demonios!?! ¡Esto nunca sucedió dentro de la torre virtual de dragones!
La sensación caliente de repente volvió, no en su piel, pero directamente dentro de su cerebro esta vez.
Vio imágenes que destellaban a su vista. Imágenes de una antigua y desolada tierra azotada por constantes rayos y huracanes, como si algún tipo de apocalipsis hubiera llegado.
Un gran dragón dorado de cinco garras emergió de la distancia y voló hacia las nubes de truenos de arriba.
