El nuevo poder del mundo estaba tomando forma en el universo del caos a medida que las leyes fluían hacia adentro. El proceso fue acelerado por el poder tanto del caos como de los rayos de la tribulación celestial que destruye el mundo.
Los pequeños mundos fueron recreados; Su Ping los encontró cercanos y familiares. Incluso sus formas primitivas contenían el poder de los mundos completos del pasado.
El cuarto mundo pequeño era el Pequeño Mundo Divino, que contenía la ley de otorgamiento.
Otorgaba divinidad y vida a todo.
El quinto mundo era el mundo de los muertos, que contenía la ley de la eternidad.
El sexto mundo era el Pequeño Mundo de la Deidad que acababa de detonar; contenía la ley de estructura.
El octavo mundo pequeño albergaba las leyes de las criaturas míticas.
Sólo el séptimo mundo permanecía en ese momento; era el último mundo que iba a detonar. Ese sería el momento más peligroso mientras construía el universo del caos.
