—Los Cuatro Dioses Feroces... —Heather miró a Joanna con sentimientos encontrados; ella se volvería más fuerte que cualquiera de los Dioses Superiores una vez que sometiera a las cuatro bestias. Dado su gran potencial, Joanna tenía buenas posibilidades de convertirse en un Dios Superior. Seguramente los superaría después de avanzar.
—Anna, la responsabilidad de nuestro regreso recae sobre tus hombros. Espero que puedas entender nuestro anhelo —Shivalello le dijo a Joanna telepáticamente con un suspiro amistoso.
Joanna lo miró. Después de estar en silencio por un momento, envió una respuesta telepática, —No te preocupes. Él me hizo una promesa y la cumplirá; creo que pronto regresaremos a casa.
Shivalello se sintió aliviado. —¡Gracias!
—Es algo que yo también he estado esperando. No hay necesidad de agradecerme —respondió Joanna.
Su Ping los miró y preguntó, —¿De qué están hablando en secreto?