El cadáver estaba cubierto de patrones oscuros que parecían tatuajes antiguos. Llevaba una falda de batalla desgarrada, hecha con la piel de una bestia antigua, que contenía leyes y esencias especiales. Los colmillos decorativos en la falda estaban llenos de marcas de energía natural.
Su Ping sentía tanto cercanía como presión proveniente del cadáver.
El fuego se intensificaba, y el cadáver se aferraba a Su Ping como si estuviera vivo, abrazándolo como un recién nacido.
Ráfagas de energía oscura tan gruesas como serpientes surgieron en las extremidades del cadáver, que rodearon a Su Ping. Sentía que sus células se estaban derritiendo como hielo en el agua.
Luego las células se volvieron inquietas, mordiéndose entre sí y mutando.
El cuerpo de Su Ping comenzó a torcerse y expandirse en el proceso; se veía horrendo y espantoso.