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—Hermano mayor, ¡vamos!
Su Ping no les dio tiempo para pensar, simplemente avanzó con la brillante espada en su mano. Tenía una estimación de la habilidad de combate del Señor Celestial después de observar el concurso, así que sus acciones no fueron imprudentes.
Además, se habría visto obligado a actuar de todos modos, incluso sin información.
—¡No podía permitir que un superior que ni siquiera conocía muriera solo para poder escapar!
—¡Zumbido!
Su Ping avanzó despiadadamente.
Su aura de espada era tan oscura que estaba a punto de tragárselo todo. Tanto el Rey Fuego Oscuro como el que manejaba el otro gigante se dieron cuenta de lo que sucedía y se sintieron divertidos; habían sentido que Su Ping era un auténtico Señor de Estrellas.
Además, habían sido informados sobre la vida del chico como cultivador, quien no tenía ni siquiera cien años de edad.
—¿Cómo podría alcanzar el Estado Ascendente?
