—Antes de que Su Ping tuviera tiempo para levantar la mano —la aguda garra que acababa de tocar el hombro de Su Ping se dobló repentinamente—, ¡hasta que se quebró!
—Al mismo tiempo, la Bestia Alada cayó al suelo con un fuerte estruendo, justo frente a Su Ping. Había un insoportable y aterrador poder presionando a la Bestia Alada. No podía moverse en absoluto.
—La Bestia Alada no intentó resistirse ni contraatacar. La violencia y la sed de sangre en sus ojos habían desaparecido por completo. Fijó sus dorados ojos en Su Ping llenos de terror.
—En sus ojos, Su Ping era como un imponente dios que no podía ser desafiado. El aura aterradora que emanaba de Su Ping casi abrumaba a la Bestia Alada. ¡Sus entrañas temblaban y estaba perdiendo la razón!
—Pronto, un asqueroso hedor emanó de la Bestia Alada. ¡Un reflejo de incontinencia!
—Este drástico giro de los acontecimientos dejó pasmado al joven y a los numerosos estudiantes detrás de él.