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Había cientos de personas que viajaban en el exterior.
Estaban mayormente dispersos. Su Ping y Shuai Qianhou se ocultaban en el sexto espacio; su cubierta era impecable, gracias al camino del espacio que Shuai Qianhou había dominado.
Nadie podía detectarlos, a menos que fueran tan fuertes como ellos.
Su Ping también cubría sus auras con el camino de la ilusión.
Los ojos de Shuai Qianhou se estrecharon un poco al ver la ley de la ilusión; había sentido cuán poderosa era, cuando Su Ping la utilizó en la batalla anterior. Sospechaba que algún Señor Celestial la había creado.
—No los alarmemos todavía, no hasta que encontremos a su líder —susurró Shuai Qianhou.
Su Ping no hizo ruido. Era tan experimentado en la cacería como Shuai Qianhou; después de todo, había vivido muchas aventuras en los sitios de cultivo.
Se acercaron furtivamente, sin siquiera atacar a aquellos que estaban solos; todo para evitar alarmarlos.
