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La expresión de Wanyan Shuang cambió un poco al ver que Su Ping regresaba en paz; ahora sus ojos mostraban solemnidad.
Shuai Qianhou elevó ligeramente sus cejas y maldijo —basura— en su corazón, sacudiendo su cabeza.
No había forma de saber si estaba maldiciendo a Su Ping o al recientemente partido Ye Ling.
—Vamos —dijo Su Ping. Se rió, como si acabara de tirar un pedazo de basura en el contenedor.
Loulan Lin y los demás estaban atónitos, sin esperar que Ye Ling —el anterior tercer lugar en el Rango del Señor Divino— fuera asesinado tan fácilmente, sin poder ofrecer resistencia alguna. Era casi una masacre.
¡Hay que recordar que Su Ping estaba solo en el Estado de Estrella!
¿Es esto de lo que es capaz el invitado especial de nuestra familia? —Loulan Jue estaba conmocionado. Originalmente se había sentido ofendido cuando el mejor asiento de cultivo se le dio a Su Ping, pero en este momento estaba completamente asombrado.
