En la tienda
Tanto Su Ping como Joanna reaparecieron. Había dos Joannas, una más alta y la otra más baja; parecían gemelas.
La Joanna original ocultó su aura y miró a la tienda, solo para descubrir que todavía no podía ver a través de las habitaciones cerradas; no pudo evitar suspirar.
El peso pesado detrás de Su Ping era, de hecho, mucho más fuerte de lo que ella podría imaginar.
—Descansa un poco aquí. Necesito hacer una visita a la Divinidad Arcaica —dijo Su Ping—. Estaba descontento ya que no había podido formar un tercer pequeño mundo aún. Además, tenía una especulación que confirmar.
—¿A la Divinidad Arcaica?
Joanna se quedó estupefacta por un momento. —¿Vas a...?
—Cultivar y visitar el Instituto Camino del Cielo. Si me encuentro con algún peso pesado, les diré lo que necesitas y veré si puedo encontrar a alguien que te ayude —dijo Su Ping.
El corazón de Joanna se estremeció. No pudo evitar preguntar, —Después de todo lo que Avril y los demás te hicieron, ¿ya has...?