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—¿Cómo puedes ser tan fuerte? —preguntó Noah mientras interrumpía su técnica de movimiento y desviaba el poder del agujero negro hacia su mente.
Noah necesitaba pensar adecuadamente en esa situación. No podía dejar que su sed de sangre tomara control de sus acciones. Había algo extraño en el poder de la Señorita Nueve, pero no podía perder tiempo descubriéndolo ahora.
La pretensión de antes también había engañado a sus aliados. Rey Elbas, Ian, Jordán y los otros híbridos habían pensado que Noah estaba a punto de lanzar un corte masivo. No notaron su escape hasta que ya estaba lejos.
Solo Noah y la Señorita Nueve estaban en esa parte del cielo. Los demás tardarían al menos un minuto en alcanzarlo. Los expertos en la etapa sólida podrían intercambiar muchos ataques durante ese tiempo.
—No puedes matarme antes de que lleguen los demás —dijo Noah mientras una sonrisa fría aparecía en su cara.
