Las nubes comenzaron a llenar el cielo visto por los sensores de la Colmena. Esa era la noticia que todos los que vivían dentro de la dimensión separada esperaban, pero solo dio lugar a otro período de espera.
Los sensores se descompusieron después de que llegaron las nubes. La Colmena quedó ciega de nuevo y comenzó a ver la situación de la superficie solo después de que pasaron los días.
Una fisura se había abierto en el cielo una vez que los líderes y los demás altos cargos restauraron sus sensores. Una luz blanca salió de la grieta, y un aura peculiar alcanzó los diversos artículos inscritos que mantenían registro de la situación en la superficie.
La Colmena no tenía ninguna duda. ¡Alguien había pasado por la Tribulación del Cielo y había ganado acceso a las Tierras Inmortales!
Todo el mundo conocía la existencia detrás de esa hazaña, pero esa señal aún no iniciaba un éxodo masivo. La Tribulación del Cielo era solo una de las tres pruebas que el Rey Elbas tenía que superar.